Mike: Pocas veces os peleais, por no decir que nunca lo hacéis. Jamás os habéis peleado por algo muy fuerte. Simplemente os picais entre vosotros. Pero Mike, a veces, sobrepasa los límites, haciéndote enfadar de verdad cuando, por ejemplo, toca el tema de tu altura.
¿Con quién habla de ello? Con Nancy. Es una mujer, y además, su hermana. Ambos se prometieron que nada de secretos entre ellos, y que ambos confiaran plenamente en el otro. Piensa que ella, al ser una chica, sabría qué hacer para que lo perdonaras. Y aunque lo haga, la mayoría de veces le dice lo estúpido que es y que sus bromas no causan ninguna gracia. —¡Ya sé que soy un idiota! ¿Puedes dejar de recordármelo?
—¿Y tú puedes dejar de serlo?
—¡Niños, ya está bien! — gritó la Sra. Wheeler desde la cocina, haciendo ambos hermanos mirarse mal, y luego sonreír divertidos.
Will: Nunca se han peleado. Will es un trocito de pan al que le es imposible verte o hacerte sentir mal, de su madre aprendió a cómo tratar bien a una mujer. Por lo que él, jamás ha dicho nada acerca de tu físico o personalidad, ama cada centímetro de tu cuerpo y tus, a veces, repentinos cambios de humor. Te ama tal y como eres. No importa como seas por fuera o por dentro. Te ama con tus más y tus menos.
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Es todo un caballero.
Lucas: Es Lucas. Casi siempre suele hacerte enfadar. Siempre se mete contigo desde el humor y la sátira; pero llega un punto en el que te cansas de él y sus estúpidas bromas. Cuando hace sus famosas bromas, siempre te haces la misma pregunta: ¿por qué sigo con él? Y la respuesta es muy sencilla: su manera de pedirte perdón es cuanto menos adorable.
¿Con quién habla de ello? Con nadie. Suena increíble, ¿verdad? Pues así es. No le pide ayuda a nadie. Salir con Max le ayudó para saber qué hacer cuando mete la pata y, como con Max no lo era, contigo quiere ser lo más romántico posible. Pues, aunque no suene creíble; Lucas Sinclair es un chico adorable y realmente romántico, cuando hay que serlo, por supuesto. —¿Ahora con qué vienes para pedirme perdón, Sinclair? — preguntaste en un tono molesto y con tus brazos cruzados.
—¿Quién ha dicho que venga con algo? — soltó una risa nerviosa.
—¿Ah, no? — alzaste una ceja.
Un pequeño maullido se escuchó a sus espaldas, haciéndole abrir sus ojos y haciéndote soltar una pequeña carcajada. Un pequeño silencio se formó después de eso, el cual duró unos pocos segundos. —¿Sabes si tus padres son alérgico a los gatos?
—Eres de lo que no hay, Sinclair. — rodaste los ojos.
Dustin Dustin. ¿Dustin Henderson haciéndote enfadar? Para nada. Ni una sola broma. Tal vez algún que otro chiste, algunos muy malos, bueno, la mayoría. ¿Cómo es posible que alguien tenga tanta imaginación para crear chistes? ¿Y encima malos? Dustin tiene esa capacidad, de hacerte reír cuando peor te sientes y más lo necesitas. A Dustin no le importa quedar mal delante de sus amigos cuando, algún chiste de los suyos, te sacan una sonrisa. Te ama con todo su corazón y desea lo mejor para ti. Nunca, y recalca, nunca hará algún chiste, alguna broma o dirá algún comentario que pueda herirte.
