── ❝ Preferences & One Shots ; ST. ❞ (pausada) 🎨

One Shot. ;; Noah S.

Pedido por: girl_schnapp_

001 | Noah Schnapp.

[ no todo en una relación es color de rosa, siempre hay peleas, algunas más fuertes y otras más suaves. Pero esta, con Noah, pasa de castaño oscuro, haciéndote daño. ¿Se podrán solucionar las cosas entre ambos? ]

;; 💐 ;;

Mirabas atentamente tu teléfono, esperando una respuesta, un mensaje, un audio, una llamada, algo, pero nada. Dejaste el teléfono en la cama acompañado de un suspiro, y fuiste a tu escritorio, en el que te sentase para comenzar a hacer tu tarea.

Si Noah estuviera aquí, de seguro me ayudaría. Pensaste. Y si es que lo hacía, puesto que la mayoría de veces que le pedías ayuda, esa ayuda acababa en besos, abrazos, pequeñas siestas y un negativo en la asignatura por no realizar la tarea.

Pero no lo estaba, no habían besos, no habían abrazos, no habían pequeñas siestas. No había nada de eso, porque tampoco había un Noah Schnapp allí presente para hacer todo lo mencionado hace unos pocos segundos. Sabías el motivo del porqué no estaba allí contigo, o porqué simplemente no te hablaba. Estaba con los chicos del cast. Hace poco, Millie sacó su propia marca de maquillaje llamada Florence by Mills, la cual ha sido muy bien apoyada y acogida por las personas, sobre todo por los fans. Desde eso, no has vuelto a ver a Noah, el cual venía de descanso cada dos meses. Antes lo veías más seguido, pasabais más tiempo juntos, inclusive con los chicos. Pero desde el noticion de Millie, Noah decidió dejar lo vuestro aparcado y pasar tiempo con su mejor amiga. Y por aquella noticia, Millie, había decidido hacer una pequeña comida con los chicos para celebrarlo. Pero tú no estabas invitada a esa celebración. Además de porque Millie no te había invitado, tenías mucha tarea, trabajos y exámenes. Y tus padres, por supuesto, no te iban a dejar ir.

Tú teléfono comenzó a sonar, haciéndote dar un pequeño brinco en la silla del susto. Alzaste un poco tu cuello y observaste quién te estaba llamando. Era él. No sabías muy bien si responderle y hacer como si no te hubiera importado que haya olvidado vuestra relación, o responderle y hacerle entender que realmente sí te ha importado que haya olvidado vuestra relación. Optaste por la opción número dos y, sin más demora, descolgaste. —¿Sí?

—Hola, mi amor — saludó un alegre Noah en la otra línea.

—Hola, Noah — respondiste sin más.

—Qué raro, no me has respondido con un "hola, mi vida" o con un "hola amor de mi vida precioso lindo bonito guap—

—Oye, nunca te he llamado así.

—Pero me has saludado con un simple y seco "hola, Noah". Algo pasa. Algo te pasa — dijo recalcando el te. —. ¿Qué pasa?