XVI

798 68 32
                                    

Haley

El día está soleado. Puedo sentir los rayos de sol colándose a través de la ventana de mi habitación. Mi pecho se llena de una sensación agradable. Pronto el aroma de mi plato favorito llega a mis fosas nasales.

-Hal, el almuerzo está listo- grita mi madre desde el piso de abajo.

Dejo de pintar y salgo de mi habitación. Cuando llego abajo veo a mi padre sentado en la mesa, cuando mamá se acerca a dejarle el plato él le da un beso en la mejilla.

-Gracias amor-

Mi madre solo sonríe con brillo en sus ojos. Yo sonrío para mis adentros y me siento junto a mi padre.

-¿Qué pintabas, Hal?- pregunta mi padre.

-No lo sé, un paisaje cualquiera- digo- lo inventé.

-Gracia mamá- digo cuando deposita el humeante plato en frente de mi.

-Tu favorito- dice ella guiñándome un ojo.

Tomo una cucharada de la comida pero antes de poder sabotearla todo se desvanece.

Tallo mis ojos y los abro lentamente. Tardo unos segundos en darme cuenta de que no estoy en mi habitación. Me sobresalto y me siento en la cama mirando a mi alrededor.

Estoy en la habitación de Dom. Llevo puesta una camiseta que no es mía. Oh no. Miro debajo de las sábanas. Ufff, tengo la ropa interior puesta. Espera...eso no significa nada. Mierda.

Miro detrás de mis hombro y veo a Dom acostado junto a mí, su cabello está desordenado por toda su frente tapando sus ojos y tiene la boca entreabierta dejando salir suspiros de vez en cuándo. No puedo evitar sentir cosas en mi estómago al verlo así, se ve inocente y hermoso, parece un angel. Está acostado boca abajo y no lleva camiseta.

Mis mejillas se tornan rojas en cuestión de segundos, me doy una bofetada mental por eso. me esfuerzo en recordar la noche anterior con detalles pero solo recuerdo hasta el momento en que lo besé descaradamente. Me pego en la frente. Debato si debería despertarlo o no. Mejor no, ¿para qué?.

Me pongo de pie y una brisa fría rosa mis piernas, lo que me hace querer volver a la cama y abrazarme como un koala al chico que está durmiendo en ella.

Noto movimiento y veo a Yungblud abrir sus ojos y bostezar perezosamente, acto que me pareció adorable. ¿Qué me pasa? ¿Porqué de repente todo lo que hace causa algún efecto en mi?.

-Buenos días- dice.

-Buenos días Dom- digo y me quedo parada bajando el dobladillo de la camiseta. Estoy avergonzada. Tal vez qué estupideces habré dicho o hecho anoche.

El se incorpora sobre sus codos y me mira expectante, esperando a que diga algo.

-Yo..nosotros..- digo y el entiende a lo que me refiero.

-No te la metí- dice rápidamente.

Yo abro los ojos como platos y siento el calor subir a mis mejillas.

-Digo..- dice cerrando los ojos fuertemente- no lo hicimos, a veces no me expreso de la mejor manera, lo siento.

Yo intento sonreír a pesar de la incomodidad del momento. La habitación está oscura, escasos rayos de luz se cuelan entre las persianas.

ANARCHISTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora