Epílogo

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-No sigas...porfavor- digo.

Mis ojos se humedecen involuntariamente a la vez que un dolor punzante crece en mi pecho.

Su mirada está perdida y apagada...sin el característico brillo de siempre. Y eso fue algo difícil de ver.

Su rostro y manos llenos de líquido carmesí.

Toma su cabeza entre sus manos y se jala el cabello.

-Lo siento...-dice en un susurro- ellos me obligaron.

-Dom, escúchame- digo.

Intento ocultar mi desesperación.

Está perdido. No me escucha.

-Todo estará bien. Te sacaré de aquí, no te dejaré solo- tomo su rostro entre mis manos y lo obligo a conectar su mirada con la mía.

Sus ojos me inspeccionan fríamente pero no me reconoce.

Sigo hablando.

-No quiero que hagas esto, por favor dame una oportunidad para ayudarte, para amarte, para mostrarte que no puede ser tan malo.

Nos quedamos quietos por lo que pareció una eternidad. Solo se escuchaba mi respiración agitada resonando en la pequeña habitación.

Había eco, no sé de dónde provenía, pero podía escuchar mi corazón latir fuertemente. Hace mucho frío.

-H.

Escuchar mi nombre salir de su boca provocó que algo se renueva en mi interior.

-Fuiste el mejor sueño que tuve en todo mi asquerosa vida.

Con un movimiento rápido  y decidido desliza el cuchillo sobre su garganta.

-¡DOMINIC!


-¡NO!.

Me levanto rápidamente de la cama y corro hacia el baño. Me arrodillo junto al retrete y devuelto lo poco que había comido la no he anterior, que era agua y una manzana.

-Maldita sea.

Sin ponerme de pie me arrastro hasta apoyar mi espalda en la pared.

Llevo meses soñando lo mismo. Lo encuentro en el baño, pero no logro salvarlo.

Algo se quiebra dentro de mi y dejo que el nudo en mi garganta se desate en lágrimas.

Siento un escalofrío por todo mi cuerpo y por alguna razón hoy me siento más decaída que los otros días.

Me levanto del suelo y miro mi reflejo en el espejo. Siento un poco de asco cuando me veo. Grandes ojeras bajo mis ojos rojos e inchados. Mi cuerpo más delgado y sin gracia. Mi pelo enredado y con las raíces crecidas hasta la altura de mis orejas, dejando el azul desteñido y apagado en las puntas. Los labios resecos y blancos por la falta de hidratación.

Me lavo la cara, los dientes y vuelvo a la cama. ya está amaneciendo. El Sol lentamente apareciendo en el horizonte.

Al rededor de media hora después de mirar a la nada sin expresión en mi rostro la puerta de mi habitación se abre. Estoy a punto de quejarme pero veo a Peter entrar con un peluche de Oso panda en su mano.

-Oh... Estás despierta- dice.

Yo no respondo, me quedo inmóvil y él se remueve incómodo. Después de un par de segundos avanza hasta sentarse en el borde de mi cama.

-¿Sigues sin poder dormir?- lo miro pero no respondo- aún tienes....¿pesadillas?.

Mis ojos se humedecen inconscientemente. De un instante a otro me lanzo sobre los brazos de mi mejor amigo. Él me envuelve con fuerza y acaricia mi cabello.

Soy consciente de que lleno su camiseta de lágrimas y moco pero a él parece no importarle.

-Me duele tanto verte así H....yo...- suspira con resignación- Feliz cumpleaños H.

Soy incapaz de soltarme de su abrazo. Lo necesito conmigo. Tanto tiempo sola me está volviendo loca.

Había pasado exactamente un año. Un año desde el día en que lo conocí. Mi pecho se contrae de tristeza ante el recuerdo.

-Pero hey, eres mayor de edad, ¡ya tienes 18!.

Sonrío a medias y asiento.

-Si... supongo que si.

Aparto la mirada a cualquier lugar de la habitación y me abrazo a mi misma.

-¿Qué te parece si vamos a tomar un café? Algo simple, no quiero presionarte.

Una de las razones por las cuáles Peter es mi amigo es que me da mi espacio y siempre intenta no incomodarme.

Asiento y me pongo de pie. Voy al baño y tomo una ducha rápida antes de bajar.

-Buenos días- dice mi madre al verme.

-Hola.

Me siento junto a Peter en la isla de la cocina y mi madre deja un plato de Hot cakes frente a cada uno. Con la diferencia de que mi plato tiene una vela de "18" enterrada en un hot cake.

-Feliz cumpleaños- dice Lily dándome un abrazo incómodo.

Me tenso hasta que me suelta.

-¿Tienes planes para hoy?.

Genial, la misma pregunta del año pasado.

-Iré a tomar café con Peter.

Y después me tiraré de un maldito puente.

-Okay, pero antes de irte tenemos que hablar.

Santa virgen, es mi cumpleaños, debería tener derecho a un rato de paz.

-Vale- digo.

-Peter, danos un momento cariño.

Peter asiente y sale de la cocina.

Observo a mi madre esperando a que comience a hablar. Ella suspira y pone su atención en mí.

-Ya tienes dieciocho años Haley, hace varios meses que ya saliste del instituto y tienes que elegir una carrera, ahora. Te has pasado el tiempo lamentándote, sin concentrarte en lo que de verdad importa, tienes que hacer algo con tu vida no puede ser sien...-

-Psiquiatría.

Mi madre se queda pasmada por unos cortos segundos.

-Psiquiatría- repito- es lo que quiero estudiar.

Por unos instantes se me hace difícil descifrar su mirada.

-Bien...Psiquiatría será entonces-dice para después darse la media vuelta nuevamente.

Tomo un trozo de mi hot cake y me lo llevo a la boca.

Estaba muy segura de lo que había escogido. Quería ayudar a alguien, supongo que por la culpa de no haber podido ayudar antes a quien amo.

ANARCHISTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora