[ EP 27 ]

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Cuando el pequeño cuerpo de Taehyung fue colocado con toda la delicadeza del mundo sobre la cama, y ambos pares de ojos se conectaron, Jungkook sintió algo diferente, quería algo diferente, más lujurioso, más placentero.

Por eso mismo decidió acostarse el mismo en la cama, logrando que su pareja lo viese con confusión y timidez.

—TaeTae, ¿no quieres hacer algo diferente, amor?— a pesar de que solo lo habían hecho una vez (y que cabe decir que fue la mejor noche del mundo) Jungkook siempre imagino que todas las siguientes veces el trataría a Taehyung de la misma forma: delicada y amorosa, tanto así como la primera vez. Pero al parecer la lujuria lo estaba dominando por completo en estos momentos, porque hacerlo de esa forma no estaba en sus planes antes.

Taehyung aún recostado sobre la cama habló.

—Mmm...  ¿De que se trata?— el lindo Omega gateo hasta ubicarse al lado de su Hyung.

—Quiero que ésta vez tu te encargues de todo— su voz ronca hizo que el cuerpo del más pequeño temblara, al igual que sentía sus mejillas calientes al no entender a que se refería su Alfa.

—¿Co... Cómo?— El no sabía nada acerca de eso, ¿Cómo se iba a hacer cargo el?.

;No te preocupes amor, yo te guiaré, ¿aceptas?— El realmente tenía unas increíbles ganas de ver a su pequeña pareja en esa posición.

El Omega dubitativo, aceptó.

—Muy bien amor...  empieza por quitarme la ropa- Taehyung lo vio con mejillas sonrojadas, pero el también quería intentar lo que sea que su Hyung tenía en mente, así que se dedicó a quitar las prendas que vestía su Hyung.

Se sentó en su regazo, para empezar por quitar aquella playera negra.

Al retirarla de su lugar, la empezó a doblar para hacer más tiempo, pues estaba muy nervioso, por parte de Jungkook sólo reía por las ocurrencias de su pequeño novio.

Cuando el Omega puso aquella playera muy bien doblada sobre la mesita de noche al lado de la cama, volvió su vista al alfa, con un lindo carmesí adornando sus abultados mofletes, le dedico una tierna sonrisa.

Con cuidado se quitó de su regazo, para que con manos temblorosas empezar a desatar el nudo de aquel pantalón deportivo que cargaba el mayor.

Cuando lo hizo, tomó los bordes del mismo, para empezar a retirarlos con lentitud, viendo como constante bajaba el pantalón, dejaba a la vista aquel bóxer negro del Alfa.
Al igual que sus trabajas piernas, sonrojado terminó de quitar aquella prenda, ésta vez dejándola por cualquier lado.

Su vista calló sobre aquel gran bulto escondido debajo de los bóxer de su Hyung, el mismo que lo tomó de la mano para hablar.

—Sabes que si no quieres hacer esto así, puedes parar y decírmelo, bebé— el Alfa a pesar de estar excitado y con muchas ganas de fundirse en el interior de su pequeño, jamás lo haría si el no estaba cómodo o a gusto.

—No Hyung, está bien— susurro con una sonrisa para tranquilizar a su mayor, el también quería hacer aquello de esa manera, aún cuando no sabía como exactamente.

Por si mismo se quitó la única prenda que cubría su torso y parte de sus piernas, quedando de igual forma con tan solo un bóxer blanco.

Por instinto se ubicó arriba de su Hyung, para empezar un lento beso, cargado de muchos sentimientos y deseo.

Cuando las manos de su Hyung se ubicaron en su cintura, y empezó a mecerlo sobre el, no pudo evitar que aquel gemido agudo saliera de su garganta, pues sentía completamente la erección de su mayor restregarse en su trasero, el cual aún cubierto por el bóxer, se encontraba ya lubricado en grandes cantidades por la excitación del momento.

PEACH MILK  •KOOKTAE• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora