Sigues siendo tú - Khea. [#1-Terminada]

Capítulo 10 - Paintball.

— ¿De que querés hablar? —. Le pregunte a Joaquín después de que Sofi se fue.

— Te quería preguntar si... ¿Hoy después de la fogata querés dar un paseo conmigo? —. Termino de decir y las palabras de Sofi vinieron a mi mente.

«No le hables a ninguno, si te buscan, cortante.»

— No, gracias —. Dije lo más seca posible.

— ¿Por? —. Preguntó con interés.

— Porque no quiero, no tengo porqué darte explicaciones —. Dije yendome con Sofi.

Me sentí muy mal al decirle eso a Joaquín, espero que Sofi no se quivoque porque esto ya está siendo difícil.

Seguimos haciendo actividades hasta que se hizo la hora de la merienda y estábamos todos cansados.

Nos llevaron a al comedor y después de comer podíamos ir a bañarnos.

[...]

Busqué mi ropa para bañarme, una calsa y una remera para los juegos que íbamos a hacer en una hora.

Entre al baño dejando mi ropa en un estante que se encontraba en el baño.

Deje el agua caer por mi cuerpo, estaba tan cansada.

Suspiré y me empecé a lavar el pelo, junto a el cuerpo.

Una vez lista salí del baño y agarre mi toalla para sacarme.

Me puse la ropa y me mire en el espejo. Me puse perfume, me peine el pelo y salí.

— ¿Saben donde se deja la ropa sucia? —. Les pregunté a las chicas saliendo del baño.

— Tenés que ponerla en esa bolsa de ahí y llevarla a el lavadero para que las de limpieza las laven —. Me explicó Leila.

— Gracias —. Respondí.

Puse la ropa en la bolsa y la fue a llevar a donde me dijo Leila.

Después de dejar la ropa camine nuevamente a la cabaña.

Sentí algo espeso recorrer toda la parte trasera de mi cuerpo.

Me di vuelta y estaban unos compañeros con un valde. Entre esos compañeros, Lit, Ecko, e Ivo.

— ¿¡Que mierda es esto!? —. Les grite al ver que se reían.

— Una bromita para pasar el rato —. Dijo uno.

— ¡Son unos pendejos! ¡Su "Bromita" no me causo idiotas! ¡Váyanse a la mierda! —. Les grite y luego me di la media vuelta para irme.

— Néfe, para —. Me dijo Ivo agarrandome del brazo.

— Déjame —. Dije enojada.

Sentí como mis ojos ardían, estaba a punto de llorar y decidi irme rápido antes de hacerlo.

Entre y cerré la puerta fuerte metiéndome al baño y cerrando con llave.

— ¿Néfe que paso? —. Me preguntó Sofía del otro lado.

— Nada —. Dije con la voz quebradiza.

— Néfe, abrí —. Dijo tocando puerta.

Le abrí la puerta dejando que me vea así y su cara cambió completamente.

Entro al baño para luego cerrar la puerta.

Me abrazó y empecé a llorar hasta que me calme.

— Linda, ¿quién te tiro esto? —. Me preguntó.