26. ¿A qué vienes?

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El rubio tomó de la mano a la señora Lucila y comenzó a negarse

-No es buena idea, puedo hablar cualquier otro día con ella, no puedo dejarla sola, mucho menos ahora, sería irresponsable de mi parte...

-Naruto, has hecho mucho por nosotros, aunque no lo creas, mereces una distracción, he visto como estás, a Margaret no le gustaría verte así, creéme tesoro

El Uzumaki negó una vez más, en el fondo de su corazón dejarla sola, le hacía sentirse mal. Para él no era lo correcto.

-Creáme que no es necesario señora Lucila, aprecio su consideración pero según mis principios no es lo correcto

-Está bien, pero espérame tengo que ir al baño, iré al del salón, ahora están haciendo aseo en mi habitación. Te llamaré para que bajes ¿si?

Al rubio no le pareció una gran idea, pero aceptó. La mujer pelinegra miró como la señora desapareció por las escaleras dejando al Uzumaki frente a ella de espaldas.

"Al parecer no fue buena idea venir" pensó, guardó sus cosas que había dejado en el piso y se dirigió a su cuarto. Naruto la detuvo tomándola del brazo

-Hinata-habló soltándole el brazo para no atemorizarla, ella sintió como su cuerpo tembló cual gelatina y se perdió en el color de sus ojos.

-Naruto-habló bajito pero el rubio la escuchó

-¿Qué haces aquí? ¿A qué vienes?-preguntaba el Uzumaki, tenía su mente lleno de preguntas y quería las respuestas ahora, ella lo volvía loco, y lo que menos quería era sentirse de esa manera.

-Yo...-suspiró al ver que Naruto no la dejaría irse sin obtener las respuestas-¿Quieres pasar?

-No debería-comentó Naruto, su celular sonó y miró un mensaje de su suegra, decía

"Naruto jamás fui al baño, mañana nos veremos, descansa, distraete por esta vez, a Margaret le encantaría eso"

Hinata lo vió frustrarse y solo atinó a sostenerle la mano

-¿Está todo bien?

Él la miró y asintió-¿Aun sigue en pie lo de entrar?-le preguntó y ella sonrió nerviosa

-Sí, ven-sin soltarle la mano, busco con su mano libre su llave e ingresaron a la habitación con vista a la ciudad.

Dejó sus cosas en la cama y lo llevó al balcón

-Toma asiento-le dijo amablemente, él levanto sus manos mostrándole que ella aún no lo soltaba, ella torpemente lo soltó se fue dejándolo y yendo a buscar el teléfono para pedir una ensalada de frutas, un chocolate caliente, un té y un crepe salado.

Luego de pedir se fue directamente al baño, estaba nerviosa, se mojó el rostro, tomó una toalla y se secó, se pintó suavemente sus labios en un tono rosa mate y fue directamente al balcón, esperando que no saliese todo mal.

Se sentó frente a él, y el la observó mejor, vestía una blusa que se amarraba a la cintura las mangas eran ajustada y terminaban siendo sueltas, tenía el cabello recogido en un moño y sus chasquillas las había sostenido con un pinche.

-Te he extrañado-habló inconscientemente-Lo siento-se disculpó al ver el asombro de Hinata

-Yo... también te he extrañado-comentó dejando a Naruto incredulo-Vine para saber de ti ¿cómo estás?

-Han sido días muy duros, no te lo voy a negar, Margaret era alguien importante para mí y todo fue muy rápido

-Lo sé, allá están todos preocupados por ti-se levantó y fue a su cama a tomar de su bolso unas 3 cartas, se devolvió hacia él y se las entregó

-¿Qué son estas cartas?

-Son de los chicos, me lo dieron para entregartelas, dentro de cada sobre hay 5 hojas de diferentes días-sonrió-No estás solo, nos tienes a nosotros-comentó sosteniendo su mano, vió como él sonrió con amargura-Además me debes una salida

Él recordó las veces que habían quedado pero por el proceso de su prometida no habían sucedido-Perdón yo...

-No te preocupes, sólo págame lo que me debes-sonrió, él la imitó

-Entonces salgamos-comentó un poco indeciso

-¿Cuándo puedes?

-Ahora mismo-le dijo dejando a una pelinegra con la boca abierta y con los nervios carcomiéndola por dentro

Esta chica no va a ningún lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora