19. Hands

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La pelinegra se detuvo al ver la cabellera del sujeto frente a ella, suspiró y miró a Sakura que veía como ella con solo mirarla le decía "Está aquí, entiendo, no es necesario que me acompañes".

Como buena Hyuga sonrió dando a entender que estaría bien, se acercaron y la persona volteó al sentirlas. Y se encontraron...

-Sakura-saludó

-Margaret, ¿qué haces aquí?-preguntó al verla fuera de la casa de Sasuke

-Me vengo a despedir, Naruto está dentro, yo acabo de llegar, ¿Qué hacen aquí? No sabía que se conocían

Los nervios hicieron temblar a la Hyuga.

-Sí, éramos compañeras de clases-hablaba Sakura mientras Hinata intentaba no ser evidente con sus emociones

-Ya veo...Naruto... él...

La puerta se abrió dejando a un rubio con los ojos rojos, un poco despeinado y desarreglado. Hinata lo miró preocupada, no sabía de él desde aquella vez que Naruto no fue a la cita que tenían, Hinata prefirió alejarse, haciéndose la idea de que era mejor no molestar en la vida de alguien que estaba prometido y verlo ahí, tan débil, comenzó a pensar que tal vez jamás tuvo que dejar de comunicarse con él, y un nuevo sentimiento de arrepentimiento se apoderó de ella.

-Pensé que vendrías más tarde, ¿pasarás ahora?

-Mmm Sakura ¿te molesta? tardaré un poco

-No hay problema, llegaste antes-expresó Sakura al ver que quizás era muy importante lo que Margaret debía decirle.

Margaret sonrió y entro dejando a Naruto con Sakura y Hinata. Sonó el celular de Sakura quién se disculpó yéndose para no interrumpir su encuentro

-¿Estás bien?-rompió el silencio la joven, el rubio la miró y se quedó admirándola por unos instantes

-Sí-respondió de forma seca, tosió y miró a otro lado, aún con todo lo mal que la estaba pasando, Hinata siempre iba a ser su debilidad y esperaba que ella no lo supiera

Hinata se acercó un poco más, quedando frente a frente

-¿Estás seguro? Tienes mal aspecto-La pelinegra lo miró a los ojos esperando una respuesta sincera por parte del rubio, quién sólo pudo sonreír de los nervios

-Debo verme fatal para que me digas eso-Vió que rio de forma delicada-Hace mucho que no hablamos desde...

-Desde ese día que nos iríamos a juntar, lo sé, ¿cómo has estado?

Naruto solo se concentró en sus labios y pensó "¡Dios! muero por besarla y no tener que alejarla de mí"

-He tenido días mejores-comentó al sentarse en la pequeña escalera de dos pisos de la entrada de la puerta.

Hinata lo imitó y no se dió cuenta de cómo era el lugar por estar pensando en otras cosas, Sasuke vivía en un condominio, todas las casas eran iguales, lleno de pasto alrededor de las casas una vereda que unía a cada casa y al final de ese pasaje un parque. El sol salió imponente provocando que se formaran las sombras de ellos y de los objetos alrededor

-Sabes que aún somos amigos, puedes contarme-La Hyuga tocó su mano para darle entender que ella estaría ahí para él. Él en cambio sólo pudo devolverle una sonrisa-Mi whatsapp sigue abierto para una conversación

-Ese día que nos veríamos pensé que te habías enojado por no haber ido, por lo que no quise molestarte, hasta que te volví hablar pero no respondiste

-¿Me volviste hablar? Yo no tengo ningún mensaje tuyo-Hinata sacó su celular de inmediato para revisar

-Tal vez me falló el celular y por ende me salió que sí te llegó

-Mira-mostró Hinata, nerviosa por lo que el rubio le dijo, ella jamás pensó en la probabilidad de que la hubiese buscado de nuevo, quizás no perdía nada diciéndole todo lo que sentía

-Tranquila, no pasa nada-ahora fue él quien tomó su mano, la corriente eléctrica pasó de pies a cabeza en ella y un sonrojo apareció tiñiendo sus mejillas

-Yo... Naruto... yo debo decir...

La puerta se abrió, era Margaret quien tenía los ojos vidriosos de haber llorado, unas ojeras muy grandes que se veían, ya que al parecer se había quitado su maquillaje. Naruto se levantó de inmediato y se fue a su lado

-¿Estás bien?-preguntó preocupado

-Sí, es sólo que... no imaginé que fuese tan duro

La Hyuga veía como ellos se hablaban con cariño y se trataban con sumo cuidado, se levantó como pudo, porque el dolor de ver como la persona que quería se le iba frente suyo. El rubio la miró con pesar

-Hablaremos después, ahora tengo que irme con Margaret-dijo y la pelinegra solo asintió, se llevó a su prometida a la calle-Tranquila, el conductor ya llega y nos iremos

Sakura se acercó a Hinata quien había visto toda sus cercanía y sostuvo su mano al momento de que su taxi llegó.

-Adiós-se despidió la pareja

Esta chica no va a ningún lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora