24. Cementerio de la Recoleta

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Chiquillos el 5 de Agosto vuelvo a la universidad, así que esta última semana de vacaciones trataré de subir mínimo 3 historias ❤

No era un buen día para Hinata, justo había decidido viajar con vestido, se había raspillado las rodillas y Naruto ya no estaba cerca suyo, suspiró derrotada.

Se levantó adolorida, se miró sus rodillas blancas que ahora estaban cubiertas de sangre, pensó que tal vez eso era una señal divina diciéndole "No es una buena idea esto, devuélvete". Cerró los ojos y sacó un pañuelo de su bolso y se limpió cuidadosamente los rastros de sangre.

Tomó cada una de las maletas que tenía en el suelo y cojeando se fue a encontrarse con el taxi que ya estaba ahí para ella. El caballero que la llevaría era uno mayor de unos 57 años supuso, de cabello blanco y más alto que ella, se comunicaron en inglés y al terminar de meter las cosas al taxi, miró por última vez donde se cayó esperando verlo, pero según ella, la vida le decía que no era ahora, sonrió a su conductor

-Ya podemos partir-dijo en inglés sonriendo.

Cuando el taxi se alejó del aeropuerto venía llegando al sitio Naruto, justo donde se había caído Hinata, con una bolsa de papel en la mano, miró a todos lados y movió su cabeza de lado a lado, pensando que tal vez, se imaginó verla y el hecho de perder a su prometida le estaba volviendo loco. Se sentó frente a la entrada donde las personas llegaban esperando a Lucila la madre de Margaret, miró su reloj, aún faltaban 10 minutos para su llegada, y miró el contenido de la bolsa de papel.

Un ungüento, agua oxigenada, algodón y parche curita. Comenzó a pensar que con todo lo sucedido con Margaret y el largo proceso de extrañarla, se había olvidado por completo de Hinata. Si bien estaba seguro que Hinata era su primer amor, Margaret formaba parte de su vida, quisiera o no.

Cuando su abuelo Jiraiya falleció en aquel trágico accidente automovilístico, ahí estuvo Margaret, tal vez él no la amaba como a tal magnitud como a Hinata, solo la quería y estaba realmente agradecido que ella haya llegado a su vida, pero era con un querer lindo y sano. Ya que para él Hinata siempre sería su amor imposible y no correspondido. Sonrió con tristeza al suelo.

-Naruto-llamó una mujer parecida a Margaret de unos 52 años de edad

-Señora Lucila-mencionó torpemente al darse cuenta que pensando en Hinata y Margaret se le había olvidado ver el tiempo-¿Se encuentra mejor del..

-De salud sí, sólo esperaba el día para llegar a ver a mi bebé, no pude ir al entierro ni nada, soy la peor madre-comenzó a sollozar y con la mano libre se limpiaba las lágrimas-Del corazón... Naruto... del corazón no lo estoy, duele demasiado, ella tenía que verme morir no yo a ella

Naruto miró con pena a su suegra y solo pudo abrazarla y llorar con ella, estaba destrozada y el dolor que ella mostraba dolía tanto que caló en el ser de él.

Se fueron en busca del auto de Naruto y partieron rumbo al cementerio, no hablaron nada en el camino, pero cuando llegaron al cementerio de la Recoleta. Naruto ayudó a la madre a bajarse del auto, y se encaminaron por los pasillos del lugar.

-Naruto... gracias por cumplir su deseo-habló deshaciendo el silencio que se mantuvo en el trayecto-Gracias por tomarte las molestias de enterrarla en su tierra natal

-Es lo mínimo que podía hacer, Margaret era una buena chica, jamás me hizo algún daño, siempre estuvo para mí...-dejó de mirar a su suegra y miró al cielo-Margaret era increíble

La señora sonrió con ternura, el hecho de que él hablara tan bien de ella le hacia sentir que Margaret había hecho bien en haber estado con Naruto

-Llegamos-comentó Naruto interrumpiendo sus pensamientos

Y Lucila se desplomó al ver el nombre de su única hija ahí tallado en la tumba

-La dejaré sola por un momento-suspiró al ver la triste escena-Iré a pagarle al guardia por dejarnos entrar. Lucila solo asintió y siguio llorando y hablándole a la tumba de su para siempre pequeña.

Esta chica no va a ningún lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora