Si un dios hace lo que quiera...

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Hazel

Hacía días que tenía una duda en la cabeza. Si un dios podía hacer lo que quisiera, ¿No podrían crear dragones o magos?

Su respuesta más cercana la tenía Apolo. o, ¿Lester? En fin. Pero tenía miedo de preguntarle. 

Aunque, ya no podía hacer nada si se enojaba. Ya no era un dios. Así que se acercó durante las clases de música, en un descanso. Se encontraba sentado en una esquina, con su ukulele en mano y rodeado de algunas personas, entre ellas, Meg, Annabeth, Percy, Piper, Leo, Jason y Frank. 

Cuando se acercó, le indicó con un gesto a Apolo que quería hablar a solas con él y el resto de los siete. Se sentó y observó a los mortales marcharse después de que Apolo hiciera una secuencia de acordes desafinados que sonaron horrible.

- ¿Qué sucede? - Preguntó Apolo, quitándole una botella de agua a Meg. 

- Tengo una pregunta.

- Ilumíname - Dijo Apolo, tomando unos sorbos de agua.

- De acuerdo - Dijo - Los dioses pueden hacer o crear lo que quieran, ¿No?

- Ajá.

- Entonces, ¿No podrían crear magos, o dragones o criaturas mágicas?

Su pregunta pareció interesarle a él y a los demás.

- Ares tenía un dragón en Tebas, pero Cadmo lo mató cuando quiso tomar agua de su manantial  para un sacrificio - Se detuvo,  como si quisiera recordar algo. Después, siguió - Se enojó y no quiso tener más dragones. Estuvo enojado dos siglos, fue un horror; Si lo mirabas, tenías que correr o te atravesaba con su espada. Además, los magos y la magia ya existen - Señaló a Calipso, quien se acercaba con un libro en las manos - Observa, ahí hay una bruja. 

- Ja, ja. Eres muy gracioso para estar granoso - Dijo con una sonrisa mientras se sentaba al lado de Annabeth.

- Auch - Se burló Leo, riendo.

- Además - Siguió como si no hubiera escuchado nada, aunque tenía una mueca extraña en la cara - Los magos ya existen, pero son molestos. 

- ¿En serio? - Preguntó Hazel, más que nada preguntándose porqué eran molestos.

- Percy y yo conocimos a unos hermanos magos - Comentó Annabeth - Aunque por separados.

- Ah, los Kane, ¿No? - Recordó Percy - Yo conocí a Carter. Creo que estaba peleando con un cocodrilo. No me acuerdo.

- Yo a Sadie, la menor. Fue una situación extraña - Dijo.

- ¿Una situación extraña? ¿Por qué? - Preguntó Piper, agarrando interés en el tema. Había estado probándose los lentes de Jason y preguntando cómo se veía. Jason le respondió un simple "No te veo", pero al ser hija de Afrodita se veía bien con todo.

- Terminamos peleando contra un dios, Serapis, y eso que sólo seguíamos a su perro de tres cabezas. 

- ¿Tres cabezas? - Preguntó Jason, poniéndose sus lentes - ¿Como Cerbero? 

- Ajá, básicamente - Respondió Annabeth.

- Los de la Casa de la Vida son aburridos y de lo peor - Dijo Apolo, con desprecio - Aborrecen a los dioses, y eso los llevó a su propia destrucción. Patéticos.

- Vaya novedad - Susurró Percy, con sarcasmo.

 - ¿Casa de la vida? ¿Magos? ¿De qué nos perdimos? - Preguntó Frank, confundido.

- Vamos, ya sabes de los dioses romanos, griegos y nórdicos - Comentó Calipso - Existen demasiados dioses y de diferentes culturas. Ya no debería ser una sorpresa.

- Como siempre, con la razón - Dijo Leo, observando a Calipso con cariño.

Ella le devolvió una sonrisa.

- Egipcios... - Susurró Meg, jugando con unas semillas.

- Egipcios - Afirmó Apolo, quien agarró su ukulele y comenzó a tocar TNT de AC/DC, enojado.

Después de su descanso, siguieron por la práctica, y no pudo evitar sentir lástima por Apolo, quien toaba música mientras sus manos temblaban como un chihuahua.

- Necesitamos voces - Dijo el profesor de música, observando a todos sus alumnos. Hazel inmediatamente buscó con la mirada a Piper y a Calipso. Ambas miraban hacia sus uñas, desinteresadas, pero estaba segura de que simplemente querían evitar miradas que las delataran.

Hazel sonrió y alzó la mano. No iba a dejar que el talento se tirara a la basura. Cuando captó la mirada del profesor, dijo:

- Piper y Calipso saben cantar muy bien.

Sintió dos miradas penetrantes en la nuca, y unos murmullos de parte de sus amigas:

- No te atreviste, Hazel...

- Eso es traición...

- Es verdad, profesor. Son angelitos - Aportó Leo, quien estaba jugado con tornillos. Algunos miaron sus manos, confusos.

- ¿Quién trae tornillos a la escuela? - Escuchó murmurar a uno.

Al profesor se le iluminó el rostro, mientras observaba a ambas chicas.

 - Por favor, chicas, no sean tímidas. Pasen a cantar.

Señaló el escenario, donde Apolo estaba sentado tocando piano y las miró con compasión.

Desde ese día, Hazel les compró comida a ambas durante una semana para que la perdonaran, ya que el profesor había quedado tan encantado que no las dejaba en paz.

Sin embargo, ella seguía pensando en los egipcios.

NOTA

Llevo un mes traumada con Vegetta777 XD, lo veía de pequeña, por ahí del 2012,  pero jamás intenté jugar Minecraft mientras lo veía. ES GLORIA.

Se preguntarán, ¿De dónde sacan dinero esos semidioses? No, no lo hacen, pero se los digo: Papá Quirón cuida mucho a sus niños. ¿Dónde creen que trabajaría cada uno?  

Mi mamá me acaba de pedir prestado el libro de Will Grayson, Will Grayson. ¿Ya lo leyeron? Si sí, ¿Les gustó?

Percy Jackson: Y los héroes de la escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora