Chris está asombrado.
Al día siguiente en la empresa a nadie parece importarle la muerte de Zabdiel, y todos continúan en sus labores diarias; la gente de Recursos Humanos parece estar conmovida, pero la mayoría de personas con las que se cruza, ni lo mencionan.
La vida no se detiene por Zabdiel, ni por nadie.
—Lamento lo que pasó —dice Erick poniendo una mano en su hombro dentro del ascensor— lo lamento mucho, aunque no lo conocí bien, nadie merece que le quiten la vida.
—Gracias, Erick —susurra Chris sorprendido y lo ve salir apenas se detienen en su piso.
Se arrepiente de haberse burlado de él con sus amigos cuando Joel no está.
Ahora sabe que es un buen chico.
Con eso en mente, transcurre el día con normalidad, y a la hora del almuerzo, Johann propone ir por una pizza.
De todos modos lo merecen, porque son tiempos difíciles.
—¿Puede ir Erick con nosotros? —pregunta Joel ya que está ansioso por integrarlo a su grupo— él ama la pizza.
—No lo sé —duda Johann.
Realmente no es cómodo pasar tiempo con Erick.
—Claro que puede —dice Christopher con una sonrisa— puede venir cuando quiera.
Joel está satisfecho, siente que Erick necesita contacto humano, porque sabe que no está bien.
Más tarde, los cuatro están sentados en la mesa y no es incómodo.
El ojiverde se mantiene un poco al margen pero no se excluye en totalidad y suelta algunos comentarios cada cierto tiempo.
—Por la madrugada recibí una de esas llamadas —menciona Chris— es la primera para mí pero Richard investigará, ya que Johann recibe las mismas y Zabdiel también las recibía.
—¿Entonces cree que puede estar relacionado con el asesino de Zabdiel? —pregunta Joel consternado y Erick levanta la cabeza ligeramente con claro interés.
—Puede ser —explica Chris— me dijo que están casi seguros al cien de que fue una mujer, porque olvido algo en el baño, algo que usan las mujeres, no lo sé, no presté mucha atención.
—Yo oí cuando dijo que no forzaron la entrada —añade Joel— eso significa que Zabdiel la conocía.
—Podría ser cualquiera, Zabdiel durmió con media ciudad y todas lo odian —dice Johann.
—Puede que las llamadas sí estén relacionadas —continúa Chris— tal vez todos la conocemos.
—Deberíamos dejar el tema de lado, Richard está investigando, nos contará todo lo que pase —sugiere Joel— todo esto me asusta.
—Bueno, supongo que puedo contarles que Paula se mudó anoche, así aligeramos esto.
—¿Definitivo? —pregunta el rizado.
—Sí, ya todo acabó.
—¿Entonces vives solo ahora? —pregunta el ojiverde.
—Sí —responde el castaño.
—Lo siento tanto —dice Erick bajando la mirada.
[...]
Por la tarde, Chris entra a casa cansado, y no puede parar de pensar en las llamadas y en como sucedió lo de Zabdiel.
Alza a Haunter del piso y lo acaricia un poco contra su pecho, él simplemente lo mira mal.
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La mujer perfecta || Joerick-Oreo || Terminada
FanfictionInspirada en el libro: "El hombre perfecto".