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—Johann no llegó —dice Erick preocupado aferrándose a Joel.

—Iré a buscarlo —indica Richard y Chris lo mira alterado— no pasa nada, pero es necesario que me asegure de que todo está bien.

—Mantenme informado, por favor.

—Sí, mi amor —responde dejando un beso en sus labios— voy a llamarte apenas esté con él.

El moreno camina hasta Bill para darle la nueva información y obtiene el permiso para salir a buscar a Johann.

Trata de ser positivo, pero sabe que todo se ha ido por la cañería cuando ve la puerta principal de su casa abierta.

—¿Johann? —dice con la voz fuerte entrando pero no responde— carajo.

Camina por el comedor y no hay nada, así que va hacia la ventana de la cocina, pasando por la barra y ve el cuerpo en el piso.

—Mierda —susurra impactado.

Aunque está acostumbrado porque lleva casi 10 años en el puesto, siempre es peor cuando conoces a la víctima, y mucho más cuando la muerte es cruel.

Su estómago se revuelve al ver la sangre del castaño con algunos de sus intestinos afuera.

Puede asegurar a primera vista por la expresión en su rostro que estuvo vivo cuando pasó.

Es obvio que fue la misma persona.

Perdió el control golpeando una cabeza y ahora había perdido en control acuchillando su estómago.

Gira dándole la espalda y toma su celular.

—¿Mi amor? —pregunta apenas le contesta.

—¿Estás con él?

—Ve a casa con Joel y Erick, ¿De acuerdo?

—¿Está muerto, verdad? —pregunta en la línea con la voz quebrada.

—Ve a casa, por favor —le pide y cuelga.

Se empieza a salir todo de control

Necesita avanzar las investigaciones y necesita proteger a Chris.

[...]

Joel y Chris están juntos luego de la llamada, pero Erick se excusa y regresa a su casa asegurándole a su novio que nada va a pasarle.

El rizado accede, porque tiene la cabeza revuelta luego de lo que ha pasado con Johann.

El ojiverde está sentado en su silla frente al computador viendo los balances de la empresa.

Quiere dormir pero no puede, no sin Joel.

Tararea la canción que le canta cada noche pero no funciona, al parecer no es la canción, es Joel quien la hace especial.

—¿Ahora vas a dejarme en paz? —pregunta y se vuelve loco al oír la respuesta en su mente— ¡No!

Sabe que Joel tuvo la idea de la lista pero no puede hacerlo, y no va a dejar que ella lo haga.

La mujer perfecta || Joerick-Oreo || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora