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Erick siente una presión en la cabeza demasiado fuerte, pero tiene que contarle.

—¿Quién es Emy? —pregunta Joel.

—Está aquí —susurra señalando su cabeza— aprecio todo lo que hizo por mí, pero ya no la quiero, se fue un tiempo pero ahora... no lo sé.

Joel se acerca más a él y toma sus manos para calmarlo, pero no parece funcionar.

—Yo soy Emy —continúa temblando un poco mientras sus lágrimas caen— pero no lo soy, ella parecía necesaria antes, ahora ya no me obedece, es mala, Joey.

—Está bien, tranquilo —dice abrazándolo— no tienes que decirme todo ahora, sólo cálmate, ¿sí?

—Sí —asiente cerrando los ojos y se aferra más a él.

—Voy a traerte algo de leche, no tomaste nada antes de acostarte.

—Está bien —responde limpiando su rostro.

Joel se levanta y saca los frascos que necesita para que pueda dormir, aunque lo médica, hay días en los que Erick solo no quiere leche, y no puede insistir o sería extraño.

Sabe que es neurótico, es bastante obvio por lo rápido que se altera, además a veces tiene mucho miedo y se pone paranoico.

También cree que puede ser esquizofrénico, porque lo ha escuchado en el baño, rogándole a su mamá que deje de molestarlo.

Y lo más importante es que ahora sabe que lo que lo atormenta se llama Emy, jamás antes había sospechado que Erick podría verse como una chica, nunca dio señal de querer ser una, pero desde el primer día que se quedó a dormir con él, lo notó.

—Ten, bebé —dice alcanzándole el vaso— ¿Recuerdas el parque de diversiones del otro día?

—Sí —afirma abriendo los ojos con emoción— comí muchos dulces ese día, nunca antes había estado en un lugar tan colorido, deseo tanto volver a ir.

—Iremos otra vez —indica intentando contener sus lágrimas, le duele porque sabe que Erick realmente no está bien, quisiera que todos lo vieran como él lo ve ahora, es solo un chico que pasó por mucho, aún no lo sabe con exactitud, pero ha tenido que escucharlo por las noches, gritando en sus sueños.

—¿Iremos?

—Sí, pero necesito que hagas algo por mí.

—¿Hacer qué? —pregunta inclinando su cabeza con un puchero.

—Necesito que pienses en mí cuando algo parezca estar mal aquí —pide señalando su cabeza— yo lo hago todo el tiempo, cuando me molesto y quiero golpear a la gente imbécil del trabajo, solo pienso en ti, y todo parece estar mejor.

—Lo haré —dice sonriendo y los labios de Joel chocan con los suyos.

—No tienes idea de cuánto te amo —susurra con la voz quebrada.

Erick solo lo mira, pero no puede responder, y no entiende por qué es tan difícil.

[...]

Por la mañana despierta y Joel no está a su lado, se desespera un momento hasta que lo escucha en la cocina, hablando por su teléfono.

Mientras los minutos pasan nota que es Richard y siente la rabia aparecer.

Ella tampoco quiere perder a Joel, porque son la misma persona aunque tengan puntos de vista diferentes.

Seguramente quiere separarlo de Joel, y no va a permitirlo.

Tiene que matarlo también.

[...]

En su oficina, Richard cuelga el teléfono, últimamente se ha hecho más amigo de Joel, para no preocupar a Chris y prefiere darle los detalles a él.

—Necesito información de todas las empleadas que trabajan en la empresa, todos los archivos —pide Bill mirando unos papeles.

—¿Por qué?

—Porque una de las llamadas se realizó desde ahí.

—Entonces trabaja con ellos.

Bill asiente volviendo a revisar las fotografías del cuerpo de Zabdiel, comparando todo con la autopsia.

Mientras la computadora imprime los nombres que Richard saca de la lista laboral, sostiene una de las imágenes.

Parece que la persona perdió el control, no había otra forma de explicar la cantidad de martillazos que Zabdiel recibió.

Voltea al ver que la impresión y para, porque la lista es demasiado larga.

—Estoy cansado de solo mirar eso —dice Bill.

—Imagina si también tuviéramos que investigar a los hombres.

—Lo sé —afirma riendo— aun así van a buscar otro cabello como el que tenías en tu departamento, la bendita cinta hace maravillas.

—Odio esos procesos, toman demasiado tiempo.

—Tal vez tardemos pero la vamos a encontrar.

—Sí, estoy seguro.

La mujer perfecta || Joerick-Oreo || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora