Efecto mariposa | It + It cast.

2. Caídas literales.

Wyatt Oleff despierta sobre enno y paja (alimento de caballos), y es tan cómodo que le cuesta despejarse lo suficiente para hacerle notar a su mente que es imposible que esté en una cama, por la caída de los andamios. ¡Dios!

Se levanta de golpe y, si, eso fue una mala idea. Lo único que logra es tropezar con más enno y con unos baldes para... ¿sacar leche a las vacas? Como si lo confirmara, un olor a estiercol inunda sus fosas nasales.

—Que asco— habla en voz alta, y tose un poco.

El pánico no llega hasta que nota que está literalmente en una granja.

Recuerda que estaba apunto de morir y Jaeden le había tomado la mano y se habían mirado a los ojos (dios, Jaeden tiene unos ojos preciosos), y entonces, una risa...

Una escalofriante risa de payaso antes de que todo se oscureciera.
¿Está muerto, acaso? No, imposible, sus sentidos primarios (olfato, vista, oído, etc) están demasiado despiertos.

Wyatt es curioso por naturaleza, por lo que la remota idea de que esté despierto, y haya terminado en aquel lugar que se le hace extrañamente familiar por arte del misticismo, si es considerada como posible por su cerebro.

—¡¿Quién anda allí?!— un grito hace saltar a Wyatt sobre si mismo. Traga saliva, preocupado vagamente de que lo que esté haciendo al estar allí sea allanamiento.

Guarda silencio.

—¡Esto es propiedad privada! ¡Yo...Yo llamaré a la policía!— pero la voz que se acerca es demasiado juvenil como para que Wyatt se asuste.

¿Por qué esta granja se le hace tan familiar? ¿De la escenografía de una película? ¿De It? ¡Eso es! ¡Esta es la granja de...

—¡Quieto!— un chico le apunta con un fierro.

—¿Chosen?

Y entonces Wyatt lo recuerda. Este lugar es igual a la granja de Mike Hanlon, solo que es... es de verdad.

—¿Estabas tratando de robar?— lo interroga Chosen.

No, no es Chosen. Es sorprendente, imposible, pero Wyatt está seguro de que está viendo a Mike Hanlon.

....

Sophia Lillis no es muy dada a las acrobacias, pero acaba de rodar por el callejón como una maldita profesional hasta quedar tirada en la acera.

Ella no quedó inconsciente (o al menos despertó antes), por lo que la caída abrupta a este lugar luego de que casi los aplastaran a todos los andamios está muy clara en su mente.

Tose un poco. ¿Qué acaba de pasar? Y, ¿Qué era ese payaso que vio? ¿Bill Skatgard? Pero es imposible, Bill aún estaba tras bambalinas en ese momento. Todo es tan confuso...

Un grito la saca abruptamente de sus divagues y endereza la espalda hasta quedar sentada ante esa voz tan familiar.

Cuando ve a la chica que ha gritado... Dios, es imposible. Es ella misma, solo que con el cabello largo atado en una coleta y una mirada mucho más... intensa.

Mira a su alrededor. Está en una especie de pueblo que parece sacado de otra época.

—¡¿Cómo es que eres... igual a mí?!— grita su doble frente a ella.

No, no es un doble ni un sueño. Todo es demasiado real.

Y esa chica no es otra que Beverly Marsh.