.Mieczyslaw.

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Desde que Monroe desapareció sin dejar rastro, los chicos le buscaron por cielo mar y tierra, en especial Stiles, quien intentaba encontrar cualquier pista hasta por debajo de las piedras.

Desde los trágicos sucesos, el chico había cambiado considerablemente, inquietando al resto de la manada. Su aspecto era casi irreconocible, con el cabello largo y barba de un par de días, tenia un aspecto más varonil y maduro. Pero aquello no era todo, había algo más en él, furia y determinación, que le llevaron a entrenar increíblemente duro física y mentalmente. El chico ya no era un simple adolescente delgado y lleno de miedo, ahora era todo un hombre, frío, ágil e increíblemente fuerte, quien además cambió todo su guardarropa a uno más maduro, pues su nuevo tamaño ya no le permitía usar su vieja selección.

Y la manada estaba nerviosa, pues temían perderle, ya que este comenzaba a comportarse como Derek hace algunos años atrás.

Solo que en lugar de cualidades sobrenaturales este tenía experiencia en armas y combate cuerpo a cuerpo. Las cuales se obligó a aprender para poder defenderse en caso de un ataque y no tener que correr como una niñita asustada.

Casa de Stiles, 7:30 AM.

Después de una larga noche de investigación Stiles había quedado rendido en su cama, aún con toda su ropa puesta, dejando la luz encendida y olvidando que debía rasurarse...de nuevo.

El delicioso aroma a café inundo con suavidad la habitación del más joven de los Stilinski, quien abrió los ojos con pereza y no dudó en aspirar ligeramente el aire, dejando escapar una pequeña sonrisa. Hasta que lo recordó. Su padre estaba en doble turno y no debía regresar hasta la tarde.

— Rayos -se quejo, sentándose cuidadosamente sobre la cama, para después tomar un arma debajo de su almohada y un par de municiones pegadas bajo la pantalla de su lámpara de mesa.

Sin titubear, con rapidez y cuidado cargo el arma y se puso de pie, intentando ser lo más silencioso posible. Con pasos seguros pero suaves camino hasta la puerta de su habitación, llevando una mano hasta el tomo para girarlo con cuidado, para después abrir la puerta con lentitud, evitando que soltara alguna clase de crujido. Con un poco más de rapidez verifico que el perímetro estaba desocupado y salió de su habitación, para investigar cada rincón del segundo piso de la casa, mientras que apuntaba con su arma, completamente listo para disparar en caso necesario.

Después de asegurarse de que el piso estaba vacío, con lentitud bajo las escaleras, recibiendo una suave bofetada de aquel delicioso aroma a café.

Sin pensarlo demasiado y mirando hacia los lados antes de moverse, se dirigió a la cocina, donde encontró a una persona que definitivamente no era su padre. La persona le daba la espalda, pero por lo que podía ver Stiles, era un hombre joven, el cual vestía un traje increíblemente elegante y caro y quien además parecía llenar una taza de café completamente despreocupado.

— Manos en alto -ordenó, apuntándole a la altura de la nuca.

El hombre inmediatamente llevó las manos a su nuca y para extrañeza de Stiles, soltó una pequeña carcajada.

— Stiles -murmuró este- — De verdad? -preguntó, girándose lentamente, mientras que el chico seguía apuntándole.
— Derek? -le observo confundido, bajando el arma rápidamente, para después dejarla sobre el comedor.
— Creíste que venía a robarte? -le miró burlonamente, dejando caer sus brazos hacia sus costados.
— Qué haces aquí? -ignoro su pregunta, frunciendo ligeramente el ceño.
— Uh, tomar café? -le observo con obviedad.
— Qué hay de malo con tú casa? Podrías al menos haber avisado, pude haberte volado la cabeza -se quejo.
— Lo dudo -sonrió ligeramente- — De verdad no me reconociste? -preguntó, esbozando una sonrisa avergonzada.
— Mírate, jamás te había visto de esta forma...tan...formal -respondió, dejando escapar una pequeña mueca.

Derek respondió con solo un par de cortos asentimientos comprensivos, para después darse la vuelta y tomar la taza para entregársela a Stiles, quien la aceptó algo confundido.

— Stiles, dime, Hace cuánto que no sales? -pregunto, tomando otra taza para él.
— No lo se, un par de horas? -susurró, sorbiendo un poco de café.

Derek quedó increíblemente sorprendido, sabía perfectamente que Stiles estaba mintiendo, pero sus latidos eran normales y su lenguaje corporal no demostraba mucho.

— Cómo...como lo haces? -murmuró confundido.
— Las personas cambian Derek -suspiró agobiadamente.
— Stiles...te entiendo pero...llevas cuatro días sin salir de casa....-le observo preocupado.
— Las tareas que me mandan de la escuela me tienen ocupado, ya sabes, el padre de Scott hizo un trato para poder hacer todo desde casa, me envían videos, notas y casos de la clase...es algo ocupado -explicó.
— Aunque no lo demuestres se que mientes, aquello apenas ocupa un par de horas...lo que tú has estado haciendo es otra cosa...-le observo acusadoramente.
— No se de que hablas -soltó sin importancia, tomando otro trago.

Inmediatamente Derek dejo la taza de café en la superficie más cercana y con rapidez intento pasarle, pero este le bloqueo, dejando la taza a un lado para después darle la vuelta y envolver su brazo por su cuello con algo de fuerza.

— QUÉ RAYOS HACES? -le observo molesto.
— Descubrir tu sucio secreto -respondió burlón, intentando separarle.

Pero el chico parecía una garrapata y por más que intentaba apartarle este de aferraba más.

— No te dejare ir -soltó en un gruñido.
— Si así lo quieres, entonces iremos juntos -sonrió.

Con algo de habilidad llevo sus manos hacia atrás y le tomó por el trasero, cargándolo sobre su espalda en un par de segundos.

— Dime, Qué tienes ahí? -preguntó, en un tono más serio.
— Ganas de asesinarte -respondió, confundiendo al mayor.

Y en segundos este utilizó una clase extraña de maniobra que le dejó en el suelo, con Stiles sobre su regazo, mientras le sostenía las muñecas contra el suelo.

— Aléjate ahora y olvidaremos esto -amenazo.
— No lo creo -en un segundo de descuido le giro, imitando aquella posición- — Qué es lo que no quieres que vea? -le observo con el ceño fruncido.
— Por qué te interesa tanto? -le observo con molestia,
— Porque me importas -confesó, mirándole detenidamente a los ojos.

Y por primera vez en el día, el corazón de Stiles se aceleró un poco.
Aprovechando la distracción de Stiles, Derek se puso de pie con rapidez y prácticamente salió volando hacia su habitación.

— Oh por....-observo el lugar con asombro.

La habitación de Stiles no era para nada lo que era hace tan solo un par de días y si, había intentado entrar por la ventana, pero por alguna razón Stiles la había bloqueado a cualquier fuerza sobrenatural.

Y la razón quizá era muy fuerte.

El lugar estaba repleto de papeles, armas, fotografías de casos y con el extra de que ahora un enorme costal de boxeo colgaba a mitad de la habitación, completamente hundido de uno de los lados, como si este le hubiese golpeado insistentemente.

Y eso no era todo.

Detrás de la puerta de su armario había una fotografía de una sonriente Monroe, clavada con una clase de cuchillo sobre su cabeza.

— Derek, te dije que te fueras -interrumpió Stiles, viéndole desde la puerta.
— Stiles....Qué es todo esto? -le observo con preocupación.
— Cosas -soltó con normalidad, para después entrar a la habitación y cerrar con seguro.

Hola, esta es mi nueva historia de Sterek, espero que les guste!. Solo para aclarar en esta historia veremos a un Stiles más frío, maduro y peligroso, muy parecido a Mitch Rapp.

Qué opinan?.

Changed. -Sterek-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora