#5 Scott Lang

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-Vendré por mis cosas cuando termine-explicó en un murmullo al hombre frente a ella.

Apresuradamente y sin esperar respuesta, tomó su chaqueta y se la colgó en el brazo, corrió hacia la puerta y después se dirigióo a su auto. Una vez dentro, tomó la invitación en sus manos, en el mismo sobre se encontraban los dos pases para la fiesta, tomó uno de ellos y lo aventó sin en realidad fijarse en que dirección había caído. Después de todo sólo necesitaba una, encendió el coche y condujo hacia la iglesia.

Con suerte, llegó unos pocos minutos después de empezada la ceremonia. Al finalizar todos aplaudieron por la feliz pareja, recién casada. Marleen no se sintió capaz de felicitar a su mejor amigo en aquel momento, estaba segura que rápidamente sabría que algo había pasado, por lo que decidió que esperaría a la fiesta.

El salón de la fiesta era enorme, con una parte techada y otra al aire libre que abría a un hermoso y enorme jardín. Una vez en el salón se encontró con sus amigos y decidieron compartir unas bebidas para esperar a los novios. Cuando finalmente llegaron y todos los recibieron con aplausos y con una canción elegida por los novios.

Comenzaron con el vals, el cual todos veían con atención excepto Marleen, quien su mirada se encontraba pérdida en algún punto mientras sostenía su copa con vino. Cuando sus ojos comenzaron a tornarse llorosos se levantó y salió al enorme jardín del salón para tomar un poco de aire. No supo cuanto tiempo pasó, sólo que su tercera copa ya estaba vacía. Retiro rápidamente una lágrima que se escapó de sus ojos.

-¿Marleen?-escuchó una voz reconocida a sus espaldas, y se obligó a reaccionar, dándose la vuelta.

-¡Scott!-saludó con una sonrisa a su mejor amigo, ambos se abalanzaron para abrazarse-¡Felicidades! La ceremonia fue hermosa.

-No te vi-comentó extrañado.

-Se me hizo un poco tarde-explicó con una mueca.

-¿Y dónde está Jared?-preguntó mirando a su alrededor.

-Oh, no...-agachó la mirada-Nosotros... terminamos.

-¿Qué?-exclamó Scott sin poder creerlo-Pensé que iban de maravilla...¿qué ocurrió?

-Las cosas simplemente no funcionaban-se encogió de hombros. No tenía ganas de hablar sobre aquello y menos con Scott.

-¿Cómo te sientes?-sonó preocupado.

Marleen pensó bien en lo que diría, abrió la boca pero al segundo se arrepintió.

¿Cómo le explicaba que la razon por la cual estaba devastada no era porque acababa de terminar su relación de casi dos años, sino porque su mejor amigo, del cuál llevaba enamorada desde la preparatoria se acababa de casar?

-Estoy bien-dijo formando una sonrisa, o al menos el intento de una. Sacudió su cabeza-Estaré bien.

-Ven aqui-sin decir más, Scott la envolvió en sus brazos, proporcionándole aquellos abrazos que le encantaban a Marleen, aquellos abrazos que ahora le corresponderían a su esposa, le correspondió con fuerza y después, con todo su pesar, se separó de él.

-No dejes que arruine tu día especial-le dijo con una mueca y limpiando las lágrimas que lograron deslizarse en medio del abrazo.

-Tú también eres especial para mi-aquel comentarió le hizo derretir el corazón, y se sintió tan desafortunada de no ser la portadora del vestido de novia aquel día. Pero ya se había hecho la idea de que si alguna vez hubo la posibilidad de que Scott le correspondiera, ahora cualquier esperanza se había esfumado por completo. cualquiera que viera la manera en que Marleen observaba a Scott se daría cuenta de sus sentimeitnos por él, cualquiera menos Scott Lang.

Incluso Jared, quien la confrontó sobre el asunto cuando comenzaron a prepararse para la boda.

-Creo que debemos de hablar-aquella oración hizo que dejara su espejo de lado.

-¿Tiene que ser ahora?-preguntó con algo de fastidio.

-Si, tiene que ser ahora-rodó los ojos y se puso frente a ella para que lo mirara.

-Creo que es el momento de que dejes de engañarte-le dijo con rostro serio.

-¿De qué diablos hablas?

-Scott-al escuchar ese nombre su corazón se detuvo.

En verdad había pensado que después de un tiempo y al lado de otra persona sería capaz de olvidar a Scott, pero le parecía tan imposible como el primer día.

Sabía que después de unas cuantas copas, la lengua se le soltaba un poco y no quería arriesgarse a decir algo de lo que podría arrepentirse en el futuro, no quería perder a su mejor amigo.

-Será mejor que regreses, tu esposa se preguntará donde estás-hizo el intento de una sonrisa sin saber bien que tal había resultado, golpeó su hombro levemente, animándolo-Yo iré en unos minutos. Sólo necesito un poco de aire.

-¿Segura?-el hombre la observó con duda y la mujer asintió-Bien, nos vemos adentro. Y no te preocupes, encontrarás a alguien mejor que Jared, lo prometo.

Scott la tomó de ambos brazos y plantó un enorme beso en su mejilla para después regresar corriendo a su fiesta.

-Lo dudo-murmuró observando su copa vacía.
Marleen soltó un enorme suspiro.

MARVEL (ONE SHOTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora