Alfredo Veiravé
Los lapachos han vuelto a florecer este mes de agosto
como si fueran el eje de la historia, y la explosión de
sus flores rosadas un movimiento circular de suaves rotaciones ¿qué
piensan dentro de sus ramas (aparentemente imperturbables) sobre lo que pasó este otoño en los mares del sur bajo un manto de
neblinas?
Pero de pronto los lapachos florecieron y luego dejaron caer
sus flores en el sueño de esa llovizna sin noticias,
y los albatros quedaron sepultados en las Islas.
Y los padres nos quedamos mirando el aeropuerto
cómo nuestros hijos subían a los aviones de transporte
con armas y cascos y mochilas y fuertes
borceguíes para el frío del sur abajo del planeta que se iba
cantando la marcha de San Lorenzo pero a él no lo podíamos distinguir
cuál era desde la terraza porque
ya no era nuestro hijo sino un soldado que iba hacia la guerra
y a mí se me cruzaron todas las palabras
rotas
tartamudas
y todavía siento que en aquella madrugada
cuando los aviones se perdieron en el cielo a las seis de la mañana
supe que ya podía escribir rabiosamente
la palabra civilización con be larga, por lo menos.
Y como su nada hubiera ocurrido, en agosto los lapachos han vuelto a florecer
sobre nuestros corazones con armas de papel "igual que sobrevivientes que vuelven de la guerra"
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Poesía y vida
ŞiirMuchas personas en el mundo creen que es imposible vivir sin poesía. Por ese convencimiento de que la poesía determina nuestra vida, muchas veces, en la historia de la especie, tanto la tragedia como la comedia humana se conjugaron en versión poétic...