El Camino Del Dragón.

Capitulo 2:"Descenso"

      Era inevitable la sensación de terror al ver a los ángeles llorosos, criaturas de melancolía y sufrimiento tallado en sus rostros palidos sin exprecion, mi piel estaba erizada y dudaba un poco.Nada de esto se había anunciado para evitar este suceso, se suponía que 3 días antes del invierno caerían los ángeles llorosos y dragones rojos a Siogre y eso era el motivo del porque las personas se apresuraban a comprar la mayor cantidad de alimentos u objetos posibles.
Solo había un enorme silencio en el mercado, nada parecía estar bien y quedaban solo 13 días para la llegada del invierno lo cual no era seguro estar en las calles y mucho menos en lugares repletos de gente, no se sabia en que momento atacarían denuevo los ángeles llorosos o peor, los dragones rojos.

—Tengo que buscar a Gitania, ella sabe los próximos acontecimientos del pueblo y del mundo —Salio del mercado lentamente.

      La nevada cayo rápidamente sobre el pueblo, aunque los labores se mantenían pie y sin detener un segundo.El vapor que provenía de Niveria era abismal, nada de lo que pasaba se veía desde los antepasados de mi bisabuelo "Teok 2°" quien fue el único campesino de clase baja siendo rey y haciendo su primogénito "Saúl" el rey, como próximo rey este seria un híbrido de sangre, este renuncio al trono a la edad de los 13 años, 5 meses despues de la muerte de su padre y así cambiando la sangre del linaje lentamente hasta llegar a Saegi, actual gobernador de Siogre.

       El camino de piedra hacia la casa de Gitania era muy largo, solo las personas importantes como reyes o caballeros tenían el privilegio de ir a ver a Gitania y el restos de nosotros los dobles era con otros oráculos mas incompetentes siendo muy erroneos a la hora de predecir.Había llegado al portico de su hogar, las ventanas estaban tapados con cortinas negras y hierro forjado hace 3 siglos, toque la puerta 3 veces y me dispuce a esperar una respuesta y así fue, se abrió la puerta y allí Gitania estaba sentada en su silla con una mirada algo perdida y deprimida.

—Vaya que has tardado Sergio, ¿quieres té?
—Si por favor —me sente y mire la esfera de cristal con un color gris.
—Entonces, viste a los ángeles llorosos en el mercado ¿verdad? —Sirvió el té en una taza de porcelana.
—Así es Gitania, nadie de las personas del pueblo se encuentra seguro —tome algo del té.
—Esto es triste, nada parece que volverá a ser igual que antes, Saegi pudo cambiar eso si no hubiera seguido el error de sus antepasados, es el último rey que yo entrene joven Sergio, antes de que yo fuera la oraculo servía al linaje de la sangre Siogre, Saegi fue mi mayor interés desde sus 4 años cuando logro encender la flama de luna en menos de un segundo -—omo un poco de té—, yo lo amaba como aprendiz y le enseñe todos los secretos de los ángeles llorosos sin embargo, fue segado por su ego como rey delegando mi autoridad como oraculo, ya soy muy mayor para intentar detener a Saegi de usar a la meseta galante en contra de los ángeles llorosos pero no me escucha —
—Es... Como un niño —remarque.
—Así es, mis visiones han fallado por culpa de mi edad y ahora soy una simple anciana que ve futuros probables en una bola de cristal defectuosa.
—¿Y que se puede hacer para evitar el desastre de los demás ángeles llorosos? —Tenia curiosidad.
—Nada Sergio, el tiempo a cambiado desde la era del cambio.
—¿Era del cambio? —Estaba algo confundido mezclado con intriga.
—Mira —saco una rama de cerezo creando una serie de siluetas—, hace 245 años y 3 meses, el rey Teok 2° fue quien tomo el trono de Siogre, la gente tenia una imagen impecable de el siendo por eso que se despojo al rey "Waksey" dando al reino un nuevo nombre y nuevo régimen —tose un poco tomando algo mas de té.
—Entiendo, tengo que irme y muchas gracias por la información —le entrego las 30 pepitas de oro.
—Gracias por venir, sin embargo debes saber bien que no tienes que entrar a estos asuntos y si no entiendes ve con mi hermana —le arroja una tarjeta con un nombre—, Se llama Lunia y vive en la cabaña de madera del bosque Niveo, Talvez ella te de algo para calmar tu sed de curiosidad.

        Me levante y salí de su hogar, camine un poco hasta el portón de acero que era el comienzo y final del pueblo, hacia un poco de frío.La noche caía como la nieve, poco a poco anochecia haciendo el final del dia calmado, me sente en uno de los bordes de la montaña sin dejar de lado al portón, mire a lo lejos y observe un pequeño lugar de madera que podría ser la casa de Lunia aun así no era seguro ir hasta mañana.

—Oye, estas sentado en mi lugar ¿puedes moverte? —Había una chica detrás mio que dijo eso.
—Oh perdona —me moví un poco a la derecha.
—Gracias, ¿quieren eres?
—¿Quien soy?
—Si, yo soy Dela.
—Eh... Yo soy Sergio.
—Bien, que haces aquí sentado —saco una botella con cerveza de raíz.
—Por la vista -no quería hablar mucho, solo intentaba buscar la casa de Lunia.
—Debo suponer, la casa de Lunia —sentí un escalofrío pasar por mi cuerpo.
—Perdona pero me tengo que ir —me levante para despues caer al bosque.

     Cai rodando, mi cuerpo y mi mente se estaban dañando hasta quedar completamente frágil y débil.