Otro tedioso día de trabajo en la vida de Elsa.
Dos chicos intentaron sobrepasarse con ella, un grupo de chicas quisieron humillarla grabando un vídeo donde la trataban mal, y una señora peleando con ella por "zorrearle" a su esposo cuando sólo fue amable con él, pero nada que no pudiera manejar. Por suerte la dueña de la tienda estaba siempre de su lado, además de ser una mujer justa y muy razonable.
Su turno estaba por terminar, sólo le faltaba media hora y podría irse tranquila a descansar, después de todo era viernes, y no trabajaba los fines de semana. Pero siempre habría algo malo con ella.
—Muchas gracias por comprar. Vuelva pronto —le dijo al último cliente en su caja. Sintió que ya podía respirar con tranquilidad.
El teléfono en su bolsillo empezó a sonar. Al principio lo ignoró, por el hecho de que aún se encontraba en el trabajo y se vería muy mal de su parte usarlo, pero el timbre insistente la preocupó, llevándola por último a responder la llamada.
—¿Hola? —susurró a la bocina.
—¡Elsa! ¿En dónde estás? —chilló su hermana, se escuchaba muy alterada.
—Trabajando, ¿qué sucede?
—¡Hans me acorraló en l auto cuando apenas iba por Bianca a la escuela! ¡Está muy enojado! ¡Está golpeando las ventanas y están a nada de romperse! ¡Ah! —gritó, seguido de un estruendo. Cientos de cristales romperse.
—¡Anna! —el pánico amenazó con apoderarse de su sistema. Se quitó la gorra de la tienda y tomó su bolso, corriendo lejos del mostrador, importándole un comino las preguntas de sus compañeros.
—¡Necesito que vayas por mi hija!
—¿Qué? ¡No! Voy a ir a ayudarte —replicó.
—¡Ve por ella, Elsa! ¡Voy a estar bien! Pero si él se da cuenta que Bianca está en la escuela irá por ella! ¡Hazlo! ¡Ya! —más golpes se escuchan tras la bocina.
La rubia encendió el auto entre lágrimas, conduciendo al colegio de su sobrina.
Al llegar, se echó a correr a la entrada de la escuela, topándose con Kristoff.
—¡Hola! ¿Qué haces acá? —le preguntó el rubio, con la pequeña entre sus brazos.
—¿Qué haces tú aquí? —ya ni siquiera lograba pensar bien.
—Me tocaba ir por mi bebé. ¿Pasa algo? —juntó sus cejas en señal de confusión.
—No hay tiempo que explicar, vámonos —le arrebató a la niña su pesada mochila y los dos se fueron a paso acelerado de ahí.
—¡Anna está con Hans!
—¡¿Qué?! –exclamó Kristoff–.¡¿Por qué?!
—¡La tiene atrapada! ¡Me pidió que viniera por Bianca! ¡Tenemos que ir rápido a ayudarla!
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Eʅ Nιñσ I
Fiksi Penggemar❌ HISTORIA CON POSIBLE CONTENIDO SENSIBLE PARA MENORES DE EDAD, NO LEER SI ERES -15 ❌ Elsa huye de una relación completamente insana, donde recibía golpes e insultos. Y encuentra un trabajo, uno bien pagado y tan escondido, que su ex novio jamás la...