Tinieblas

CAPÍTULO 58

Kalid

La palabra "Libro" se repetía una y otra vez en mi cabeza hasta convertirse en letras sin sentido.
Todavía me negaba a creer que todas las respuestas por las que vino Tyra al lugar que parece ser su peor pesadilla, podrían estar escritas literalmente en una hoja de papel. Aunque un presentimiento en el fondo de mi mente se negaba a dejarme buscar el libro en paz.
Aun así, me esforcé y continúe revisando con toda la calma del mundo buscando el maldito libro, no queriendo pasarlo por alto aun por accidente.
Puede que sea estúpido, pero no tonto.
Justo cuando estoy a punto de rendirme lo veo. La cubierta no es azul como el del libro que ya había encontrado, es sin en cambio de un color plata y el título es de letras negras que parecen pozos.
Lo saco de entre los demás rápidamente.
No sé qué me detuvo pero no le hable a Tyra de que ya había encontrado el libro. Pensaba que cuando Tyra lo leyera y encontrada el modo de volverse humana como había soñado, se rompería en único lazo que nos unía.
Vi el montón de cartón y hojas con atención, atento a cualquier detalle. Un pedazo de la portada faltaba, y me di cuenta de que no hacía falta comprobarlo.
Este era el libro que buscábamos.
Estaba a punto de abrirlo para leerlo cuando, un chico de mi edad me tocó en el hombro, pensando que su cabello era negro hasta que mire con atención y note que en realidad era pelirrojo.
—No se lo muestres a nadie, ni siquiera a Tyra.
Sus palabras eran claras pero, sonaban a una advertencia.
Cuando voltee nuevamente para preguntar el por qué, el chavo había desaparecido.
Al abrir el libro cayó un pedazo de hoja negra y en letras blancas tenía escrito un número y un nombre.

"556-3790 Max Lively
Líder de Los Poseídos"

Guarde el papel en mi cartera, cerré el libro y lo escondí.
Terminé de meterlo cuando todo inicio a temblar y miré a Tyra.

Los recuerdos parecen navajas hurgando en lo más hondo de mi piel, desangrándome.
Sacudo la cabeza alejando los pensamientos.
Mi corazón sufre lo que parece un infarto al recordar tristemente el rostro más bello del mundo, Tyra.
Le mentí y no sé si vaya a ser capaz de perdonarme.