Capitulo 0.4

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México salía del teatro en el que trabajaba con pasos fuertes con la cabeza en alto, luciendo  de manera dominante y de alguna forma atractivo para cualquiera

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México salía del teatro en el que trabajaba con pasos fuertes con la cabeza en alto, luciendo  de manera dominante y de alguna forma atractivo para cualquiera.

Vistiendo ropas algo sueltas, un pantalón ceñido a sus piernas mostrando de más sus atributos mexicanos y una playera holgada de tela suave como si fuera de rayón de color blanca con flores de cempasúchil regalo por su coreano compa, acompañado con sus botas militares negras.

Caminaba por las calles de México con el caluroso tiempo, observando sus alrededores con tranquilidad que no pensó que sería quitada por cierto country, admirando su propio país con orgullo.

—México, ¿cómo vas con tu mediocre actuación?—dijo divertido el escocés con una sonrisa maliciosa, buscando sacar de sus casillas al mexicano.

—Pues muy bien eh, te me cuidas pendejo—contesto de manera juguetona importándole un bledo las opiniones de los que pasaban sacándole el dedo de en medio al escoses.

Siguió su camino, ignorando los pasos del escocés que lo seguía de manera poco disimulada, escuchó los pasos rápidos de una persona pero los ignoro si era el Escocia le daría un putazo para que dejara de chingar la madre.

El mexicano no se encontraba de muy buen humor, ante la invitación de FBI, para reunirse y hablar sobre un tema en conciso.

Escocia le pegó la espalda al tricolor para que se detuviera y poder hablar sin molestarse entre ellos, cuya acción provocó que México soltara un quejido de dolor y quisiera golpearlo pero fue detenido por el escocés que pasó su brazo por su cuello atrayéndolo hacia el.

—Ya México no seas tan exagerado, jajajaja te tomas todo a pecho—dijo con calma para después reírse un poco del mexicano.

—Dame una razón para no partirte la cara—habló molesto el mexicano.

—Por que me necesitas—sonrió el más alto por unos centímetros,  mirándole con diversión.

—Ah cierto, ¿pero qué verga quieres?—preguntó con molestia el mexicano cruzándose de brazos.

—La tuya—sonrió con malicia el escocés haciendo un gesto gracioso para mirar la reacción del mexicano con gracia, su cara del tricolor estaba al rojo vivo al igual que sus orejas, evitando protestar.

—No México, vine a pasar un tiempo en tus tierras, recuerdas que tu dijiste que podríamos visitarte y nos darías un recorrido—comentó  alegre el de habla escocesa sonriendo de forma ladina y manteniendo firme su agarré hacia el más bajo.

—Oh—se quedo sorprendido el mexicano ante las palabras del escocés, parecían ser sinceras así que sonrió y dio un leve asentimiento para proceder a hablar—Lo hubieras dicho desde un principio pinche vato pero ahora no puedo tengo un asunto que resolver con FBI, perdona wuey—.

—No hay problema México—dijo Escocia haciendo sonar su acento oyéndose de una forma seductora haciendo temblar al mexicano.

—No mames ahora me siento mal por tu culpa wuey—dijo el mexicano sintiéndose culpable de no poder mostrarle su país.

—Tranquilo México otro día puedes ser mi guía—dijo de manera amable Escocia para luego sonreír con perversión acercándose al oído del tricolor para hablar—Pero sabes al menos te logré quitar ese humor que cargabas México, eres tan lindo cuando te enojas—susurro el escocés con suavidad haciendo notar su acento y sin perder tiempo mordió con delicadeza la oreja del mexicano.

Siendo un punto débil del mexicano gimiendo de manera inconsciente, volviendo adquirir un tono rojizo de vergüenza.

México un gran actor [Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora