Two Best Friends (Magcon)

Capitulo 34

- ¿Cómo te encuentras? ¿Preparada para volver a la rutina?

Las dos chicas iban de camino a casa, Angie de vez en cuando apartaba la mirada de la carretera para ver como estaba su compañera.

- La verdad es que no... todavía estoy algo desconcertada.

- Bueno ya sabes lo que dijo el médico, que te lo tomaras con calma.

Llegaron al silencioso apartamento, Finn había decidido pasar la noche en casa de Joe, para dejar a las chicas algo de intimidad.

- Y ¿Qué a pasado en mi ausencia? - Diana se sento en el sofa, con el conejo que anteriormente había sacado de la jaula.

- ¿Además de que casi nos hayamos muerto todos del susto? - Angie pregunto irónica, Diana puso los ojos en blanco - Nada interesante...

- Y... Cam... ¿Sabes algo...? - Diana miraba a Bitch mientras se entretenia con el pelo de esta.

. ¿Después de que tu hermano le caneara? No he sabído nada de él... - Angie obvió que las veces que él se había atrevido a acercarse ella lo había ignorado por completo.

- Luke se paso...

- ¡Qué! Sabes que se lo merecía... Pero bueno, dejemos de hablar de él - pronunció la última palabra como si fuera un insulto - ¿Algún médico o enfermero... interesante?

Diana la miro divertida - ¿No tienes bastante con Finn? - Angie se encogió de hombros - Además ya viste a mi médico y la mayoría eran enfermeras...

- Pues vaya asco, ya que te han tenido un par de días allí podrían haberte alegrado la vista digo yo.

Diana negó divertida, dejó a Bitch en su jaula y decidió irse a dormir, ya que estaba bastante cansada. Angie no tardo en seguirla, dormir en los asientos del hospital no era muy comodo.

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El timbre sonó y Angie - que otra vez gracias a su insomnio había sido la primera en despertarse - abrió la puerta, encontrandose con un sonriente inglés.

- Buenos días, ¿Croissant? - entró en el apartamento y se dirigió a la cocína.

- Buenos días, ¿De chocolate? - Angie - como toda chica - sentia un 'ligero' amor hacia el chocolate. Finn solo sonrió alcanzandole uno, que ella cogió con rapidez.

Se lo estaba comiendo con mucha ilusión cuando por su dedo se escurrió un poco de su preciado dulce, y se le ocurrió la más maravillosa de las ideas. Se acercó despacio a Finn - intentando que este no notara sus movimientos - y cuando estaba lo suficientemente cerca lo llamó, provocando que este al girar la cara se llevara todo el chocolate desde la oreja hasta la boca, cruzando toda su mejilla.

- No lo has hecho - miró a Angie, la cual sonreía divertida - ahora veras.

La empezó a encorrer por toda la cocina y por el salón, mientras ella iba poniendo a su paso cada silla que encontraba él las apartaba o simplemente las saltaba. En uno de los derrapes de la pelirroja, el inglés consiguió cogerla, provocando que los dos cayeran en el sofá, él encima de ella. 

Poco a poco se fueron apagando los ataques de risa dando paso a un extraño silencio. Se quedaron mirando el uno al otro. ¿Cómo podían embobarla tanto esos ojos verdes? Finn le quito unos mechones de cabello de la cara, dejando la mano en la mejilla de esta, mientras con el otro brazo hacía fuerza para que su peso no cayera sobre ella. Fue acercando su cara a la de ella, y Angie, no se movió. Cerró los ojos y segundos después sintió la presión de los suaves labios de Finn sobre los suyos. Él bajo la mano hasta su cintura, acariciando el brazo de esta, y ella, coloco la mano detras de su nuca, para que no se alejara.

- Si la cosa sube de tono, por favor, iros a la habitación, por mí - Diana bajaba las escaleras. Ellos se separaron.

- No iba a ir a más - Angie se fue a levantar, desestabilizó a Finn, provocando que cayera al suelo - ¡Ay va! ¿Estas bien? - Finn asintió, dedicandole una sonrisa timida a la pelirroja, la cual se sonrojo y siguió a su amiga a la cocina.

- Hay croissants - Diana le mostró el que llevaba en la mano como respuesta.

- Y... ¿Qué fue lo del sofá? - Diana levanto una ceja.

- No fue nada - Angie miró hacía otro lado mientras el rubor volvía a sus mejillas.

- ¿Te has puesto roja? - se rió, Angie agarró el primer trapo que encontro y se lo tiró a su amiga. Llamaron a la puerta.

- Yo no me pongo roja - Abrió la puerta - ¿Ya vienes a dar mal? ¿Tan pronto?

- Buenos días a ti también Angie - Nash sonrió - ¿Puedo pasar?

Angie se encogió de hombros.

- Vas a hacerlo de todas formas, asi que - cerró la puerta una vez el moreno entro - Esta en la cocina. ¡Diana! ¡Me voy arriba para cambiarme!

- ¿Seguro que solo vas a cambiarte? - Diana la miró levantando las cejas y bajandolas rapidamente.

- Capulla - dicho eso Angie subió rapidamente las escaleras.

- ¿Qué acaba de pasar? - Nash andaba un poco perdido en la conversación.

- Nada - se encogió de hombros - ¿Quieres? - preguntó ofreciendole un croissant, él acepto encantado.

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- ¿Dificl? Volver a la rutina y eso

- Algo... sobre todo con las clases que me perdí estando en el hospital.

 Diana caminaba junto a Shawn, acaban de salir de clase de solfeo y se dirigian hacia la de guitarra, donde se les unirían Matt y Angie.

- Podríamos... no sé... - se notaba a Shawn nervioso - Ir a cenar un día de estos - Diana lo miró extrañada - Todos, el grupo digo - se apresuro a aclarar - Para celebrar tú recuperación y eso...

- Claro, ¿Por que no? Será divertido.

- ¿Qué será divertido? - Pregunto Matt sentandose a un lado de Shawn, Angie se sento entre Shawn y Diana.

- Hacer una cena, para celebrar mi recuperación.

- Me parece genial, la organizare yo, por que si no saldrá mal - Matt puso pose de importante.

- Si ¿No? Como las últimas - esos sirvió para desinflar a Matt.