Capitulo #2 Rodrigo

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Para algunos, la secundaria fué una de las mejores etapas de su vida, para mi no. Nadie me advirtió de lo dura que sería esa etapa para mí, mi cabello no era lacio, mi estatura pequeña, mi uniforme era más grande para que me durara los tres años y todo ese conjunto de cosas me hacían "la invisible" "la rechazada" y "la más fea de la secundaria". Me sentía sola, aislada, sentía que en verdad yo era eso que decían, invisible. Dejé que se burlaran de mi, que me hicieran sentir menos,dejé que todos pensaran que yo era una especie de virus y si me tocaban o me hablaban perderían su popularidad. Fué ahí cuando él me vió, él me dió su mano y me dijo ¡hey! yo te veo. Tampoco recuerdo cómo es que empezamos a salir, recuerdo que cada recreo nos sentábamos en un banco y platicábamos, no podíamos tomarnos de la mano y menos darnos un beso (NOTA: Aun no daba mi primer beso). Curiosamente cuando todos se enteraron que tenía novio se la pasaban viéndonos, eramos como un espectáculo friki que parecía divertirles mucho.  Cada clase recibía notas de alguien con cosas tontas como "deberías dejarlo, está feo" "son tal para cual, feos los dos" y más cosas. Rodrigo era muy detallista y parecía no importarle nada de lo que dijeran de nosotros pero a mi sí, gracias a que pisotearon mi autoestima yo me tomaba todo enserio. La primera vez que salimos fué la fiesta de su mejor amigo, Rodrigo y yo eramos el centro de atención pero en mal modo. Algo no iba bien esa noche, sus compañeros me miraban como si antes de que llegáramos hubieran planeado algo y sí, así fué.

-Voy al baño- me dijo Rodrigo

-Esta bien- me limité a responder

Acto seguido un "amigo" suyo llamado Diego se acercó a decirme algo en el oído y me dió un beso en la mejilla, no alcancé a decirle algo porque se fué corriendo, varia gente se acercó a decirme que era una mala persona por besarme con otra persona que no era mi novio, ¿Cuando hice eso? Claro, lo olvidé, mi opinión no valía.

-Vámonos, por fa- le pedí a Rodrigo cuando lo ví regresar del baño

-¿Qué pasó?- me miró preocupado y me abrazó

-Nada, vámonos- insistí

¡Error! en ese momento debí contarle lo que pasó, lo que en verdad pasó, pero lo dejé pasar y entonces un beso en la mejilla se convirtió en un coqueteo intenso, hijos de puta.

Ese día discutimos sobre lo que había pasado y el confió en mi sin importar todo lo que dijeron, admiraba esa capacidad de no importarle nada, en ese momento deseaba ser igual de fuerte que él.

Nuestra segunda salida fué ahora una fiesta de un compañero mío, estaba muy nerviosa ese día, por alguna razón sabía que pasaría, él iba a darme mi primer beso. Me sentía algo torpe, no sabía como hacerlo y esperaba que fuera igual de mágico como en lo había visto en las películas. Llegamos a la casa de este muchacho y las manos comenzaban a sudarme, estuvimos un rato sentados platicando y viendo bailar a los demás, después de una hora el tomó mi mano y me dijo:

-Vamos a caminar-

Caminamos unos minutos hasta llegar a la parte de atrás de la casa, se detuvo en el jardín, estaba todo obscuro y para ese entonces yo ya había notado que algunos compañeros nos estaban siguiendo para enterarse del chisme.

-Te ves muy bonita hoy- me susurró mientras me tomaba de las manos y me acercaba a él.

-No creo pero gracias por decírmelo- mis nervios seguían creciendo y no pude hacer otra cosa mas que mirar al piso

-¿Por qué no lo crees?- soltó mi mano derecha para ponerla en mi mejilla y levantar mi cara con delicadeza

-Nadie piensa que yo soy bonita, incluso hicieron una lista de las más feas de la secundaria y yo estoy en primer lugar-

Mientras decía eso sentí que las lágrimas amenazaban con salir, no quería llorar,no en ese momento. Rodrigo parecía saberlo porque me regaló una sonrisa y me tomó las manos con más fuerza esta vez.

-Para mi tu eres la niña más bonita del mundo- ni parpadeó al decirlo

Nos acercamos lentamente hasta que nuestras frentes chocaron, era momento, iba a ocurrir, nuestro primer beso. Me detuve unos segundos esperando que mis manos dejaran de temblar y luego moví mi cabeza para que mis labios chocaran con los suyos, nos besamos.

A pesar de que ese beso no fué magico como yo esperaba si fué dulce, eramos unos chiquillos de 14 años, todavía no existían otras intenciones más que hacerle sentir al otro nuestro cariño, él era un buen chico, los dos éramos un par de raros en un mundo donde parecía que todos imponían reglas de cómo debíamos vestir, comportarnos, a los 14 años ¡Por favor!

Pensé que a partir de ese momento nuestro amor adolescente iba a ser más fuerte pero me equivoqué. Desde ese día no paraban de lloverme burlas y comentarios sobre lo mal que me veía a su lado, "consejos" de que si quería recuperar mi popularidad debía cortarlo y conseguirme algo mejor, parecía que todo mundo merecía tener novio y se veían super lindos menos yo, burlas en una página de internet que estaba de moda en esos tiempos, día tras día, y era impresionante ver lo que sus burlas ocasionaban en mí, era un desgaste mental horrible, era una inseguridad, una pésima autoestima, un dolor por el rechazo constante hasta que ya no pude más, no quería más. Terminamos.

Ex-trañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora