Capítulo # 9: Fernando

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Hacía mucho que no encontraba a alguien que reuniera las tres cualidades que busco en una persona, él me atraía física, sentimental y emocionalmente, si bien no recuerdo el día y el momento exacto en el que lo conocí recuerdo que llamó mucho mi atención, parecía un niño muy alivianado y a la vez muy apasionado en todo lo que hacía, y sus ojos, que bonitos eran.

Recuerdo entrar a Facebook y buscarlo en los perfiles de nuestros conocidos, tardé más o menos una semana en encontrarlo y cuando pude hacerlo y entré a su perfil vi el temido "en una relación con..."

-¡Demonios!- pensé

La presumía de una manera tan linda, eso hizo que mi interés en él creciera más, a fin de cuentas todos buscamos eso, alguien que demuestre lo orgulloso que está de tenerte todos los días de su vida, por lo tanto no me metí, no lo busqué, no le mande mensaje, respeté su relación así como me gustaría que respetaran las mías y sólo pensé: "si es para mí se dará solo, tarde o temprano".

Tampoco recuerdo nuestro primer mensaje, ni cual ni cuando, pero recuerdo entrar a su perfil y ya no ver su relación ni las fotos que tenía de ella lo cual me daba pase libre para platicar con él y tal vez tomar un café.

-¿Qué pasó con ellos? ¿Ya no están de novios?- le pregunté a una amiga

-No y al parecer terminaron muy mal, esta chica lo estaba engañando- me contestó casi susurrando

-¡Oh ya! Pues que triste, se ve que es un buen chico-

Recuerdo que le platiqué que estaba pintando mi cuarto y se ofreció a ayudarme, al principio lo tomé como un ofrecimiento al aire, pero me preguntó que día y a qué hora y de repente ahí estaba, con un bote de pintura y una brocha, ¿cuál era la canción que siempre sonaba cuando estábamos juntos? ¡Ding ding! Justo en ese momento sonaba Dangerous de David Guetta. Mientras pintábamos nos pusimos a platicar de nuestras relaciones pasadas y puedo jurar que en ese momento sentí que por fin alguien me entendía, en ese momento sentí como un match que fácilmente confundí con amor.

Error # 8: Así como tú necesitas cerrar tus ciclos para volverlo a intentar, los demás también, si no los dejas nunca funcionará.

-Mira, creo que iré a trabajar con el cabello lleno de gotitas de pintura blanca- reí mientras veía el desastroso resultado

-Sí, yo estoy igual pero lo bueno es que hoy descanso- sonrió

-Presumido- correspondí a esa sonrisa

Sin darme cuenta estábamos recostados platicando y en ese momento me sentí muy frágil y comencé a llorar, le platiqué lo mucho que me habían lastimado y los dos estuvimos de acuerdo en que ya estábamos cansados de que nos tocaran amores así de destructivos, ¿qué hacíamos mal?

En ese momento se acercó a mí y me besó, tal vez solo fue eso, el momento, las emociones juntas, lo que fuera, pero me pareció lindo. Caminamos juntos al trabajo, saludaste a todos y te fuiste.

-¿Y tú desde cuando llegas junto con Fernando?- me preguntaba mi amiga intrigada

-Solo me ayudó a pintar mi cuarto, es todo- me sonrojé

-Ajá- me miró de forma picarona

Pensé que todo quedaría en eso, un simple beso y una buena conversación, pero comenzamos a vernos más seguido, como olvidar esas largas retas de Mario Kart en su casa, esa podría decirse fue nuestra primera cita, preparó pasta y nos quedamos horas jugando, nos alcanzó la noche y recuerdo que nos recostamos un poco en el sillón, ahí volvió a besarme. Adoraba a su perrita y a su gatita y adoraba aún más ver su amor hacia ellas, ningún ser humano en la vida que pueda amar a un animal puede ser malo, en ningún sentido.

Ex-trañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora