Capítulo #14: Samuel

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Bien, probablemente sea él la razón por la cual me decidí a escribir este libro, si, ¡felicidades Samuel! ¿Quieres saber por qué? Siéntate y disfrútalo...Nos veíamos a lo lejos y cuando llegábamos a coincidir en algún lugar me limitaba a decirle "hola", claro que me atraía físicamente, pero no me sentía lista para una relación, es más, yo ya no confiaba en nadie y lo que menos quería era meterme en otro círculo de sufrimiento, en fin. De un momento a otro el comenzó a ir hasta mi lugar para saludarme y hacerme un poco de plática, notaba como se sonrojaba cada vez que me hablaba y como jugaba con sus manos, de vez en cuando yo le daba un dulce y el me dejaba notitas en mi lugar, podía escuchar a sus amigos hacerle comentarios de mí, no malos, al contrario, alentándolo a salir conmigo y recordé la etapa de la primaria, era tierno en realidad.

- ¿Me pasas tu número de teléfono? - preguntó nervioso

-Si, claro-

Tomé un pedazo de papel y anoté los primeros nueve números y al final puse signo de interrogación y la palabra "encuéntrame", me pareció algo coqueto y también me ayudaría a saber que tan interesado estaba en mí como para buscar el número correcto.

Mensaje de Samuel

Te encontré

Platicando un poco más con él resultó que vivía a unas cuadras de mi casa, lo que me hizo pensar que sería más fácil vernos y tal vez regresar juntos después del trabajo para conocernos mejor, pensé que no podía ser más perfecto para mí, o por lo menos compatible, tenía un efecto muy interesante en mí, era como si me sedujera con tan sólo mírame.

-¿Me esperas y te llevo a tu casa?- me propuso

-Sí, yo te espero- sonreí

Me senté en la recepción del edificio a esperar a que saliera, estaba algo nerviosa e impaciente, quería saber más de él y a decir verdad cuando lo veía pensaba en que nos veíamos bien juntos, se me escapaba una risita al imaginarlo.

Mensaje de Samuel

Ya voy bajando, me muero por pasar tiempo juntos

Mensaje de Mariana

Aquí sigo esperando

Cuando íbamos de camino me sentía muy nerviosa, no podía dejar de mirarlo mientras manejaba, se veía tan atractivo, me hacía reír mucho y les juro que podía perderme en sus ojos, mi instinto me traicionó y lentamente levanté mi mano para acariciar su cabello, el correspondió el gesto y tomó mi mano para darle un beso.

-Podrías agradecerme el llevarte a casa- dijo coquetamente

-¿A si? ¿Cómo hago eso?- seguí su juego

-No sé, podrías darme un beso-

-Claro-

Me acerqué pero no lo besé como él quería, le di un suave beso en la mejilla y el sólo sonrió mientras se sonrojaba un poco.

-¿Quieres hacer algo antes de ir a tu casa?-

-Pues, soy muy mala haciendo planes pero, supongo podemos ir a un café que está cerca de nuestras casas ¿te parece?-

-Vamos pues-

A pesar de que el aceptó el plan pude ver en su rostro que no era precisamente eso lo que quería, ¿Qué buscaba conmigo realmente? No tenía intenciones de perder mi tiempo, no esta vez y tampoco quería salir lastimada así que haciendo a un lado a mi corazón y dejando dominar a mi razón esta vez le hice las preguntas necesarias.

-Oye Samuel, ¿puedo preguntarte algo?-

-Si ¿Qué pasa bonita?-

-¿Por qué decidiste empezar a ir a mi lugar a saludarme?-

Ex-trañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora