¡ cuatro !

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Felix entró al salón de clase y cuando llegó a su lugar revoleó la mochila contra el banco y se sentó. La mirada de Chris estaba clavada en el pequeño australiano, acostumbrado a sus caprichos mañaneros, pero no a que comience a revolear cosas así por así. 

—Alguien se levantó con el pie izquierdo hoy —comentó Minho con una sonrisa torcida, intentando provocar a su amigo.

—Alguien debería cerrar bien la boca antes de que me pare y le pegue —Felix contestó brusco.

Minho rió satisfecho y volvió su atención al libro sobre su banco. 

Felix se recostó en la silla cruzando los brazos y cerró los ojos. No había dormido porque según él, debía ir a aquél boliche para ver si se cruzaba con Bin. Sin embargo, el muchacho nunca apareció y perdió valiosas horas de sueño por nada. 

—¿En algún momento vas a contarnos que te pasa? —preguntó Chris mientras acomodaba sus papeles, dándole poca importancia al asunto.

—Supongo —el rubio levantó los hombros desinteresadamente y volvió su cabeza a su propio mundo. 

Felix estaba comenzando a impacientarse, necesitaba saber quién era Bin, por qué conocía tanto de él y de dónde había sacado toda esa información. Sin embargo, el muchacho era tan adictivo que podría seguir besándolo aunque ni le hubiese dicho su verdadero nombre.

Sobre la cabeza de Felix se prendió una lucecita y se dio vuelta sobre su asiento bruscamente. 

—¿Conocen a alguien que se llame Bin? ¿O qué le digan de esa forma?

Minho y Chris lo observaron extrañados.

—Así que estuviste con un tal Bin la noche anterior, no te dejó su número y ahora querés buscar a tu perrito por toda la universidad —canturreó el Lee mayor como si estuviese diciendo la completa verdad. 

Los músculos de Felix se tensaron y apretó los labios, Chris suspiró pesado sabiendo lo que venía y dejó que su pequeño Lixie hiciese lo que quiera.

—¿Disculpame? —preguntó levantándose— No pude escucharte bien.

Minho rió.

—Seguramente estuviste con un tal Bin ayer que no quiso dejarte su número después de follar como conejos.

Felix corrió el poco espacio que había hasta el mayor y lo tomó por el cuello de la remera. 

—Pedazo de idiota —dijo entre dientes—. Te mataría si mi hermanito no estuviese loco por vos.

—¿Sungie?

—¿Tengo otro hermano? —rodó sus ojos y soltó la remera de Minho.

—Pero tiene solo quince añitos, es un bebé.

—Y vos diecinueve, no es tanto. 

Felix volvió a su lugar y nuevamente se cruzó de brazos mirando a un punto perdido.

—Entonces —habló Minho—. ¿Puedo pedirle nudes

—Hace lo que quieras, es mi medio hermano, no mi hijo.

Minho aplaudió contento y, otra vez, volvió a fijarse en su libro.

Después de un rato, Chris dejó lo que estaba haciendo y se acercó a Felix.

—¿Quién es Bin?

Los ojitos de Felix se relajaron cuando escuchó la voz de su querido Chan y no la de su irritante mejor amigo. 

—¿Te acordás de esa vez que salimos con Hyunjin? Y me pidieron que busque tragos para ustedes, fui, y cuando volví no tenía nada. ¿Te acordás de eso? —frente al asentimiento de Chris, Fleix continuó hablando— Ese día estuve con un chico, y otros dos días más. Y nunca pude verlo porque apenas había luz. Así que solo sé que su nombre o apodo, si es que se llama Bin. 

Chris asintió.

—¿Ayer fuiste a buscarlo?

—Sí.

—Y...

—No estaba. Estoy tan enojado. Quiero saber quien es para poder salir con él e intentar algo. Pero me dice que si supiese quien es, lo dejaría —suspiró triste—. Necesito saber quien es.

—Supongo que darle tiempo va a ser lo mejor, cuando esté listo va a presentarse como debe. 

—Esperemos, Channie. 


DARK KISSES ━ CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora