DARK KISSES ━ CHANGLIX

¡ cinco !

-Estuve pensando en vos toda la semana.

Los labios de Felix chocaban suavemente contra la oreja derecha de Bin. El mayor estaba sentado sobre sus piernas, mientras que él se sentaba en el piso, dejando su espalda descansar contra la pared. La espalda de Bin enfrentaba el pecho de Felix y su cabeza estaba levemente inclinada hacia abajo, según él, había mucha luz.

-¿De verdad? No soy quién para que pienses tanto en mí.

Felix rió tristemente.

-¿Quién te dijo eso? En cualquier momento voy a quedarme sin neuronas por intentar adivinar quien sos.

-No te esfuerces tanto, supongo que voy a tener que decirte -Changbin levantó los hombros, aunque sabía que el menor no podría verlo-. Pero todavía no.

Felix no dijo nada, dejó reposar su rostro en el hueco del cuello de Bin y se dedicó a llenarse del perfume que estaba usando el chico sobre él. Sus labios comenzaron a moverse cuando se aburrió, llenando la piel de Bin con besos y mordidas.

-¿Sabías que soy muy bueno haciendo chupetones en forma de corazón?

Bin rió e inclinó un poco su cabeza, dejando al descubierto su cuello, permitiéndole a Felix hacer lo que quisiese allí.

Sintió como su piel era succionada y mordida, luego un poco de picazón y finalmente Lee se separó.

-Tan hermoso. Espero que sea un corazón.

Chagbin colocó una mano sobre los ojos del rubio y se dió vuelta, para quedar frente a él. Dejó un corto beso en sus labios y sonrió.

-Si mañana volvemos a vernos te digo.

-¿Y si me dejas verlo?

-Felix...

-¿Por qué no querés decirme quien sos? De verdad necesito saberlo. Quiero enamorarme del chico bajito de diecinueve años sobre mis piernas, no de Bin que me lleva a las esquinas del boliche y me besa.

-No soy alguien que valga la pena, Lixie. La única forma de que quieras estar conmigo es así.

Felix atrajo el pequeño cuerpo contra el suyo, colocando su rostro contra el pecho de Bin.

-No digas eso. Si me dejases conocerte podría demostrarte que vales mucho más de lo que pensás.

Changbin no contestó. Acunó el rostro de Felix entre sus manos y lo besó dulcemente, como nunca había hecho. Se sintió derretir cuando los brazos del rubio rodearon su cintura, sonriendo entre el beso.

Quizás Lee Felix merecía saber quién era Bin.