DARK KISSES ━ CHANGLIX

¡ catorce !

¿Ese era Bin?

El pulso de Felix se aceleró considerablemente y sus manos comenzaron a sudar. Quería gritar, llorar, sacar su celular del bolsillo derecho de su pantalón y tomarle una foto a la obra de arte que tenía adelante.

Sin embargo, su cabeza se enfocaba únicamente en que era todo una gran mentira, que esa belleza no podía ser Bin, porque alguien así de bonito no se fijaría nunca en él. Quiso levantarse y decirle a ese dios griego que no estaba bien jugar con él, que tenía sentimientos y que le dolía que lo haya visto como un juguete. Pero no pudo, su cuerpo no se movió de aquella silla, y sus ojos nunca dejaron de observar los orbes oscuros de Bin.

-Yongbokie, me alegra mucho que hayas venido, gracias. Soy Bin.

El cuerpo de Felix se relajo automáticamente y el aire volvió a llenar sus pulmones. Bin tenía la voz más hermosa que había escuchado alguna vez, estaba seguro de que en algún momento le pediría que le leyese todos los libros de Juego de Tronos, no solo una, sino dos o tres veces.

-Hola...

Los nervios eran dueños de Felix aún y aunque hacía lo posible para que no se notase mucho, el tono flaqueante de su voz lo delataba.

Bin tomó su mano por sobre la mesa y la acarició tiernamente. El alma de Felix dejó su cuerpo. Las mejillas llenas de pecas del australiano se tiñeron exageradamente rápido de rosado y Bin rió enternecido por la imagen.

-Todavía no lo puedo creer -explicó Felix mirando su mano bajo la de Bin-. No caigo en que Seo Changbin está acariciándome en un restorán de lujo con vista a toda la ciudad.

Bin rió.

-Espero poder hacer esto muchas, de verdad muchísimas veces más.