DARK KISSES ━ CHANGLIX

¡ quince !

La música extremadamente fuerte retumbaba en los oídos de Felix. Las luces molestaban a sus cansados ojos y sus pies comenzaban a dolerle. Curiosamente, no había tomado mucho y en su mano derecha solo sostenía una botella que contenía la mitad de vodka puro y la otra mitad de jugo.

Esa noche, el boliche estaba molestamente lleno y Felix sentía que apenas tenía espacio para bailar un poco y llevarse la botella a la boca. Sin embargo, él tenía experiencia en ese tipo de noches, pero su acompañante no; al contrario Bin le había dicho muchas veces lo mucho que odiaba las grandes multitudes porque se sentía muy expuesto a que lo reconozcan.

Felix se sentía culpable por tener allí a Changbin.

-No te preocupes, me gusta estar con vos -Seo gritó junto al oído del australiano cuando notó su cara de disgusto y preocupación-. Cualquier lugar es perfecto si estamos juntos.

Felix sonrió y abrazó cortamente al pequeño muchacho frente a él. Changbin lo tomó de la mano y comenzó a caminar, deteniéndose algunas veces para mover su trasero contra Felix al ritmo de la música. Seo era un -literalmente- pequeña cajita de sorpresas.

Una vez llegaron a un lugar con menos gente en el cual podían moverse más cómodamente, Changbin acomodó su capucha y le dio un extenso trago a la botella que sostenía el pecoso.

-Despacito, te va a hacer mal tomar de golpe -advirtió Felix bajando lentamente la botella.

-Tranquilo, tengo buena resistencia.

Felix sonrió y tomó a Changbin por la cintura para colocarse contra una pared. Cuando su espalda chocó con la construcción, sus labios impactaron dulcemente contra los de Bin. Las manos del mayor se aferraron a la nuca de Felix y se entretuvieron jugando con sus cabellos, tirando un poco cada vez que el australiano mordía su labio inferior.

Changbin sentía como Felix recorría su espalda baja lentamente hasta que se decidió a posar sus manos un poco más abajo, apretando a su gusto. Bin soltaba algún que otro quejido que se perdía entre el beso.

-¿Ya te dije que estás hermoso? -preguntó Felix apenas separando sus labios.

-Muchas veces.

Felix sonrió y abrazó a Changbin, alzándolo un poquito del piso para quedar ambos a la misma altura.

Seo se separó y observó curiosamente a Felix.

-¿Pasa algo? -después de un rato de silencio, Felix habló.

-Todavía no sé por qué te enamoraste de mí. Me mirás como si haya algo en mí que valga la pena ver.

Felix suspiró.

-Sos la personita más hermosa que pude haber encontrado en toda mi vida y te amo mucho.

Changbin sonrió sintiendo sus mejillas calentarse, y bajó un poco su cabeza.

-Bebé -llamó Felix acercándolo a él hasta quedar con sus pechos chocando-. Desde el día que te vi frente a mí en ese restorán supe que eras lo más hermoso que había visto.

-Eso fue como hace siete meses, ¿cómo haces para acordarte?

Felix dejó un corto beso y volvió a tomar a Changbin para dirigirse nuevamente al centro de la pista.

-Nunca podría olvidarme algo que te involucre. Memoria selectiva, se llama.

Bin rió y abrazó a Felix por la espalda para avanzar juntos. Ya no necesitaba esconder su rostro, o utilizar un apodo. Lee Felix conocía casi todo de él y no podía sentirse más feliz así.

En ese momento, deseaba no ser SpearB, deseaba que su rostro no fuese conocido y que su nombre fuese el de una persona más. Estar con Felix en un lugar como aquél era cada vez más complicado, y sabía a los riesgos que se exponía al salir sin avisarle a su empresa. De todas formas, ahí estaba, abrazando con todas sus fuerzas el cuerpo de su amado mientras sentía como los labios del menor rozaban su oído a la vez que susurraba la letra de la canción que sonaba.

Con el paso del tiempo, su relación con Felix había avanzado a pasos agigantados, y nunca, en su corta vida, se había sentido tan seguro de algo: quería pasar el resto de sus días junto al pecoso de chistes tontos, malhumor mañanero y risa contagiosa.

Tomó entre sus manos el rostro de Felix, y poniéndose ligeramente de puntitas, chocó sus labios con cariño, disfrutando como el contrario acariciaba su cintura y pegaba más sus cuerpos.

-De verdad, no hay otro lugar en el que querría estar -murmuró juntando su frente con la del australiano para luego volver a besarlo, esta vez con más hambre, con más necesidad.

Lo besó como si fuese Bin, aquél avergonzado muchacho que no tuvo mejor idea que besar a Felix en la oscuridad del boliche para ganar su atención -y cariño-, aquél Bin que tenía demasiadas inseguridades como para dejarse ver bajo la luz, aquél Bin que, por sobre todas las cosas, mantenía a Felix sin saber quien era para que no se metiese en el medio de las revistas y páginas tóxicas.

-De verdad, soy muy feliz en este momento -respondió Felix con una sonrisa adornando su rostro, dejando varios pequeños besos sobre los mofletes de su pequeño novio.

Ambos, eran muy felices.

F I N

dark kisses llegó a su final (aunque en un principio no estaba planeado que termine :p)

gracias a todos los que apoyaron esta historia hasta el día de hoy (como un año, o más, más tarde), no duden en que vana venir muchas más historias de los dos solcitos de stay<3

hasta que nos volvamos a leer, abby.