Capítulo 10

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Mimi encendió la televisión de su habitación de hotel para ver la primera gala de Tu cara me suena, que estaba a punto de comenzar. Como no se emitían en directo, Brays y ella decidieron verla juntos mientras comían palomitas en la cama de Mimi. Le daba un poco de vergüenza verse por primera vez imitando a un artista, pero pensó que los repasos de galas de OT eran peores. Aunque ella solo estuvo en dos repasos de gala.

Entre risas se vio a ella misma imitar a Eleni Foureira mientras Brays miraba la pantalla con la boca abierta, y una vez acabada su actuación, cogió su móvil para ver la reacción de la gente. Al desbloquearlo vio que tenía muchísimas notificaciones, así que empezó con WhatsApp, donde tenía varios mensajes de Ana.

BanAna War
Últ.vez hoy a las 23:05

Mimiiiiiiii 22:58

Bua, has estado increíble 22:58

Hasta Eleni ha flipado 22:58

Pedazo de actualización, amiga 😘😍 23:01

                        Muchísimas gracias ❤️23:07

Pero eso no era todo, Ana la había mencionado en nada menos que 5 stories de Instagram donde grababa trozos de la actuación de Mimi, y esta no pudo evitar reírse de lo extra que era la morena. Porque a Ana no le hacía falta fingir nada para demostrar que era la fan número uno de Mimi, y la andaluza lo sabía. Se le estremecía un poco el corazón al ver que Ana la estaba apoyando desde Madrid.

Llevaba ya una semana en Barcelona, y se lo estaba pasando muy bien, tanto en las clases de Àngel Llàcer como en los ensayos. Sin embargo, aunque pasaba mucho tiempo con sus compañeros del programa, a veces se sentía un poco sola. Por suerte su amigo Ricky la llamaba con frecuencia.

La que no estaba sola ni un segundo era Ana, ya que Miguel Ángel se había propuesto estar juntos todo el tiempo posible.

- Cariño, he reservado para esta noche en un restaurante que te va a encantar - soltó una tarde mientras la chica estaba intentando aprender una canción con el piano pequeño que tenía en casa.

Ana se giró algo confundida.

- No nos pueden ver juntos o no servirá de nada lo que hemos estado haciendo.

- No te preocupes, lo tengo todo pensado. La reserva es a las 9 y media. Yo iré en mi coche y entraré en el restaurante, y tú cogerás un taxi y llegarás allí 30 o 40 minutos más tarde. Y a la vuelta igual. Además es un lugar bastante discreto, no está en el centro y es imposible entrar sin tener reserva, así que ningún periodista podría hacernos fotos dentro.

Ana consideró la oferta durante unos segundos. "Lo peor que puede pasar es que nos pillen y tenga que seguir con el PR durante más tiempo para convencer de nuevo de que no estoy con Miguel" pensó.

- De acuerdo, dime la dirección y yo voy en taxi.

- Genial - dijo él acercándose para darle un beso muy breve en los labios - hace muchísimo que no salimos y no sabes las ganas que tengo.

- Yo también, amor.

Miguel Ángel se fue y Ana suspiró mientras acariciaba de nuevo las teclas del piano. Finalmente cerró el cuaderno donde había apuntado las notas de la canción que trataba de aprender.

Se dio una ducha larga, de esas que te das escuchando música, se secó el pelo y comenzó a rebuscar en el armario para ver qué se podía poner. Cuando ya estaba vestida y había empezado a maquillarse, Miguel Ángel se asomó a la habitación.

- Yo salgo ya, nos vemos en un rato - dijo guiñándole un ojo antes de marcharse.

Un poco más de media hora después, el taxi se detuvo en la misma puerta del local y Ana entró con prisas y la cabeza baja, esperando que nadie la hubiera reconocido. El restaurante era bastante bonito, tal vez demasiado caro, de esos en los que te ponen muchos tipos de cuchillos. Allí encontró a su novio tomando una copa de vino en una de las mesas.

Exigencias de contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora