Capítulo 15

4.5K 318 297
                                    

A las 10 llegó Ana al edificio donde vivía Mimi y llamó al timbre. Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, y por primera vez no era la rubia la causante. La razón era que Ana había quedado con ella y con sus amigas bailarinas. Mimi tenía con las chicas una amistad súper bonita y a Ana le caían todas genial, pero pensaba que a lo mejor no pegaba mucho que estuviera ella allí. Decidió que intentaría relajarse y pasarlo bien.

- ¿Quién es? - preguntó Mimi.

- Ana.

- Entra Banana - dijo mientras apretaba el botón que abría la puerta de abajo.

Ana subió hasta el tercer piso, donde vivía su amiga, y llamó a la puerta.

- Hola, Ana - dijo Mónica abriendo la puerta - ¿Cómo estás?

- Muy bien - respondió mientras le daba dos besos - al final Mimi me lía siempre.

Mónica soltó una carcajada.

- Hombre, los pocos días que está aquí hay que aprovecharlos.

- ¡Ana! - dijo Saydi acercándose a darle un abrazo corto - me alegro de verte.

- Y yo a ustedes - dijo Ana con una sonrisa.

- Hola, guapísima - la saludó Mimi llegando hasta ella para abrazarla.

- Traje vino.

- Vino, cubatas... Esta noche le vamos a dar a to' - dijo Mimi llevándose a la cocina la botella que Ana le dio.

En ese momento llamaron al timbre y, minutos después, Laura y Claudia aparecieron por la puerta y saludaron al resto de chicas.

- Ya veréis lo que traigo para luego...- dijo Laura quitándole un poco a Ana el título de reina del hype.

Las chicas cenaron allí en casa de Mimi mientras hablaban y bebían el vino que había llevado la canaria. Ana se dio cuenta de que había sido tonta al estar nerviosa, pues las chicas no podían ser más simpáticas con ella. Empezaron a contarle cosas graciosas que le habían pasado a Mimi durante los conciertos y viajes que habían hecho juntas, consiguiendo que la rubia pasara un poco de vergüenza y que Ana se riera muchísimo. Cuando terminaron de cenar, Mimi sacó varias botellas de alcohol y refrescos y se fueron al sofá. Ahí ya debió darse cuenta Ana de que la noche prometía.

Se sirvieron sus bebidas y siguieron hablando. Mientras Claudia contaba algo que le había sucedido, Mimi se perdió unos segundos observando a Ana, que estaba sentada a su lado mirando a Claudia con una sonrisa. Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, obteniendo como respuesta que Ana se riera y apoyara la cabeza sobre su hombro.

- Ehh, que con nosotras no hace falta que finjáis - dijo Dama al verlas.

- Si es que son así de novias - soltó Saydi.

- Gilipollas - respondió Mimi lanzándole un cojín que aterrizó en su cara.

- Solo digo verdades - se defendió la chica.

- Oye, se me está ocurriendo una cosa - dijo Dama - vamos a hacer un juego de beber, verdad o reto. Si te niegas, bebes dos chupitos.

- Venga, sí - la apoyó Mónica divertida.

- No sé, chicas - dijo Mimi mientras algunos ejemplos de retos le pasaban por la mente.

- Esta tiene miedo - soltó Claudia riéndose.

- ¿Quieres jugar? - le preguntó Mimi a Ana.

- Claro - respondió Ana intentando sonar más convencida de lo que estaba. Un poco de miedo sí que tenía ella también.

Exigencias de contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora