Durante unos segundos se quedaron en silencio, mirándose fijamente y viendo reflejado en los ojos de la otra todo el cariño, la sorpresa y el miedo que conllevaba lo que acababan de hacer.
- Mimi - murmuró Ana, pero antes de que pudiera decir otra palabra, algo las interrumpió: la novia.
- Venga, chicas, pónganse ahí que voy a lanzar el ramo.
Se dejaron arrastrar hasta el sitio donde los demás ya estaban esperando para coger el ramo y, entonces, la novia se giró y lo tiró hacia atrás. Mimi buscaba a Ana con la mirada mientras permanecía ajena a todo lo demás, nada más importaba. En ese momento algo impactó contra ella y se encontró a sí misma, casi sin darse cuenta, sosteniendo las flores, lo cual no era de extrañar teniendo en cuenta que con los tacones y su altura natural era de las personas más altas. La gente a su alrededor la miraban sonriendo y le decían cosas que ni siquiera estaba escuchando, y cuando quiso volver a mirar a Ana, vio que la chica había desaparecido.
- Toma - murmuró Mimi mientras le pasaba el ramo a una señora mayor que estaba a su lado y que la miró sorprendida pero riéndose.
Mimi fue en busca de Ana pero no la encontraba por ninguna parte, incluso le preguntó a Quin si la había visto. Entonces entró en el baño, el único sitio que le faltaba por mirar, y allí encontró a la canaria apoyada en el lavabo.
- Estás aquí...- susurró casi sin aliento. Estuvieron unos segundos en silencio sin saber qué decir, y Ana no se atrevía a levantar la mirada.
- Ana...- empezó Mimi con la necesidad de romper aquel silencio que la estaba matando - Creo que eso sí cuenta como romper la regla, eh.
Ana sonrió un poco, por fin mirándola, y Mimi suspiró aliviada. Pero esa sonrisa no duró mucho tiempo.
- ¿Qué coño he hecho? - murmuró - joder, Mimi...- soltó tapándose la cara durante un par de segundos.
- A ver, no pasa nada...
- Mimi tía, que tengo novio y te he besado. Que no ha sido un pico o un besito, que te he comido la boca. Y delante de toda mi familia.
- No, si corto lo que se dice corto no ha sido - reconoció la rubia, que segundos después se lanzó a hacer la pregunta que le estaba quemando por dentro desde que los labios de Ana la abandonaron - ¿Por qué lo has hecho, Ana?
De nuevo la morena no fue capaz de mirarla a los ojos.
- No sé, Mimi, yo... - dijo sin ser capaz de terminar la frase. ¿Qué iba a decirle? ¿Que estaba empezando a sentir cosas por ella? Pensó que no podía. Y no solo porque tenía novio, es que era Mimi. Mimi, la misma que había estado colada por ella y con la que ahora fingía tener una relación. ¿Cómo iban a seguir haciendo un PR juntas si le decía la verdad?
Mimi dio unos pasos y se acercó a Ana, tal vez más de lo que la canaria podía soportar en ese momento. Con la respiración entrecortada miró como la rubia se acercaba hasta dejarla aprisionada entre su cuerpo y el lavabo, y sus ojos marrones cayeron hasta esos labios que había probado minutos antes, esos labios rojos que se habían convertido en el fruto prohibido para Ana y que, tras probarlos, habían cambiado todo.
- Es por lo que me dijiste antes ¿verdad? Que crees que no eres hetero - soltó Mimi susurrando a escasos centímetros de la otra chica.
Ana la miró en silencio. Claro que no lo había hecho por eso, aquel no había sido un beso para confirmar que le gustaban las chicas, era un beso para confirmar lo que tanto temía, que le gustaba Mimi. Qué coño gustar, le encantaba. Que no había sentido un beso así en su vida y que no tenía mariposas en el estómago, tenía un poco de estómago en las putas mariposas.
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Exigencias de contrato
Fanfiction¿Qué pasaría si Ana se viera obligada a fingir que Mimi y ella son novias?