20: Negro pero tenebroso

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Alba P.o.V

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—¿Ha dicho algo Noemí?

La profe Torroja suspiró de nuevo.

—No, Alba, no me ha avisado desde la última vez que preguntaste, hace dos minutos—observó por unos momentos su móvil para asegurarse, y después alzó su mirada de nuevo hacia nosotras—¡Venga, prueba otra vez!

—Albi, concéntrate de una vez, que llevas ya tres intentos...—murmuró seria Natalia, que se encontraba a mi lado, cronometrando el ejercicio—.

Tras el paseo de todas las mañanas junto a ella y desayunar, ese día en la clase de Ataque y Defensa tocaba una pequeña evaluación que íbamos haciendo de forma individual. Y tal como decía, era mi cuarta intentona. La prueba consistía en derribar dos pilares tan sólo con mi poder y unas vigas de hierro, en menos de un minuto y medio.

No me lograba concentrar, pero era normal,  ninguno estábamos demasiado pendientes de la clase. La posible llegada de Joan nos tenía en ascuas.

Cerré los ojos, respirando profundamente. Encima todos miraban a quien hacía el ejercicio, así que eran 14 pares de ojos más observándote. Estiré mis dedos para destensarlos, preparándome. Vamos, Alba, esos tres fallitos solo han sido un lapsus. No tendrás que parar otra vez porque una mosca se ponga en med-

—Albi...

—¡AAAY!—di un respingo al sentir el escalofrío de su aliento cerca de mi oreja. Ni me había dado cuenta de que había llegado hasta a mi lado—¡Jo, Nat! ¡Estaba casi a punto, y encima...!—la miré de arriba abajo, observando cómo una divertida sonrisa se dibujaba en su cara—¡Tu susurro parece sacado de una peli de miedo!

—Sólo te iba a decir que si haces presión a los pies del pilar, te será más fácil derribarlos—se alejó un poco hacia la posición donde estaba, cojeando aún por la carrera matutina—Y no vuelvas a parar sólo porque una mosca se pose en la viga, joder—carcajeó—.

—¡Que me la podría haber cargado! Es un ser vivo, un respeto—hice un puchero, frunciendo mis cejas—¿Algo más, aparte de meterte conmigo?

Rodó los ojos, pero a diferencia de la apatía que acompañaba a ese gesto hace meses, esta vez lo hizo sonriendo, una sonrisa que me llegó como una brisa fresca.

—Que lo vas a conseguir, Albi. A la cuarta va la vencida, venga.

Me contagió, haciendo que mis labios también se curvasen, y algo en sus ánimos logró que mis mejillas se tornasen rosadas. Aparté la mirada de ella para volver a los objetivos.

—Chicas, está genial que os deis tanto apoyo—llamó la atención Torroja dando un par de palmadas—Pero por favor, Alba, empieza ya. Hay otros compañeros que van después...

—¡Perdón, perdón, voy!

Tras las palabras de Natalia, me encontraba más segura—aparte de que me había dado un consejo para esto, claro—, así que, clavando bien los pies en el suelo, flexioné mis rodillas y solté mis manos. Dejé salir una bocanada de aire, y moviendo lentamente las muñecas, centré mi poder en las vigas.

Se empezaron a mover, haciendo aquel característico ruido chocante contra el suelo. Cerré mis puños, y como si fuesen chicles, se rejuntaron a los pies de ambos pilares, incrustándose entre las rendijas. Por favor, que funcione esta vez...

Heroes Of Our Time // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora