call me by your name 'CHANIN

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   Jeongin era un coreano que actualmente reside en la bella Italia, sus padres habían recibido bastante conocimiento con sus secuelas de libros de amor, por lo que decidieron aventurarse más e irse a vivir a otro lugar en el mundo y allí se encontraban pasando el verano en su hermosa y grande casa, era un poco antigua pero eso no le quitaba para nada su preciosidad y el gran espacio que poseía.

   Él era un chico normal, lo es, sale a fiestas, tiene amigos, amigas, bebe y fuma, lo clásico hasta que un intruso invadió por completo su vida y tenía que convivir unas largas semanas con esa persona.

  Al principio decidió no darle importancia y no intentar ningún acercamiento, pero de atracciones nuestro cuerpo responde solo no?

  Su padre hizo que se hicieran un poco más cercanos por lo que hicieron una tregua, para intentar pasar mejor esas semanas.

  Lo que Jeongin no se esperaba era encontrarse a él mismo mirando el cuerpo de Chan..

  Sus habitaciones estaban casi continuas, solo separadas por un baño y sus dos puertas, solo eso lo separaba del cuerpo del chico que lo traía loco y no entendía nada tampoco si hace apenas unas semanas a él le gustaban las chicas, no le siguen gustando pero..

  Sus piernas esbeltas y el anchor de su espalda, Chan saliendo de la piscina con solo su bañador, Chan cambiándose la camiseta, Chan probándose distinta ropa, Chan acostado boca abajo durmiendo, Chan todo sudado volviendo de jugar al voley o simplemente andar en bicicleta, oh si cuando andaba en bici y movia sus piernas se le quedaba embobado mirando pero por supuesto que no lo demostraba, sus anteojos para el sol hacían que su mirada se viera disimulada, si que lo hacía.

  Y desde otro punto de vista, exactamente el de Chan ese niño le encantó desde la primera vista, desde el primer apretón de manos, solo desde que lo conoció.

  Jeongin no salía de su cabeza pero él era alguien grande, que tenía que mantener su cabeza fría y pensar de manera adecuada a la situación, no podría saber la reacción ni del menor ni de sus padres, todo quedaría en él, en su cabeza, solo como algo más... Pero no pudo.

  Cuando le tocó sutilmente la espalda a Jeongin sintió su suave piel y juró que jamás había sentido una piel tan suave y cálida, tan perfecta, obviamente nada es perfecto por lo que el menor solo se tensó más,.

  Ese fallido intento fue el primero y él único, no le veía futuro a nada de lo que sucediera, incluso desde antes de llegar y conocerlo...