Daniela podía ser lo suficientemente fuerte para sostener a su amigo sobre su espalda, pero tenía un par de piernas cortas que no le permitían correr del todo rápido. Fue entonces que MoonBin y MinGyu llegaron a ellos, deteniéndolos justo en la puerta del centro comercial.
—¡Suéltame, animal! ¡DongMin necesita un médico!
—Y yo lo llevaré con uno. Tú vas a quedarte aquí y pedirás disculpas al oficial MinGyu. No te llevará a ningún lado, pero merece una buena disculpa. No hay objeción, Daniela. Mamá no sabrá nada de esto.—y sin más, MoonBin salió del centro comercial con DongMin en sus brazos, jadeando de dolor.
—¡Pero qué hijo de-
—Nada de mal vocabulario, señorita.
—Me llamo Daniela, estúpido.
MinGyu no se sentía ofendido con aquello, al contrario, la situación comenzó a darle un poco de gracia. Era su primer día como guardia de seguridad en aquel cine, y aquella chiquilla lo estaba convirtiendo en una anécdota que jamás olvidaría.
—¿Qué te causa tanta risa?
—¿Eh? Nada, señorita, nada.
—Voy a largarme de aquí ahora. Mi amigo me necesita, no puedo perder más el tiempo. Mi hermano podrá ser su novio pero nadie lo ama más que yo.
—¡Alto ahí! Usted no irá a ningún lado hasta no haber oído una disculpa. ¿No le da vergüenza? ¡Estoy lleno de vómito!
—¡Tú te lo buscaste! Yo solo quería ayudar a mi amigo, y es lo que haré. ¡Y no tendrás ninguna disculpa porque no la mereces!
Daniela era necia, orgullosa y con un carácter muy voluble. Comenzó a caminar hacia la salida y se sorprendió en cuanto no fue perseguida de nuevo. Unos metros después, giró su rostro levemente para mirar solamente de reojo, logrando ver a MinGyu sentado en la banca, con vómito en su ropa y las manos cubriéndose los ojos.
¿Acaso estaba llorando? Si algo podía conmover a la peliroja, sin duda eran las menudas lágrimas. Se dirigió a su auto y rebuscó una blusa de dos tallas más a la suya, la cual había comprado con el propósito de tenerlo como una buena opción de usar cuando limpiara o durmiera. Cerró el auto y volvió en dirección a la banca del centro comercial y como era de esperarse, MinGyu seguía allí.
—Hey, policía tonto.
MinGyu levanto la cabeza y Daniela se sintió un poco culpable al notar que sí, en efecto, el oficial estaba llorando a causa de la frustración.
—¿Qué quiere, señorita? Dejé que se fuera, ¿va a seguir comportándose insoportable? Puede irse ya.
—Vine a disculparme, idiota. No soporto que la gente llore y mucho menos si es mi culpa. Lo siento, igual siento lo de tu camisa. Ponte esto, o qué se yo, pero deja de llorar que en serio tengo que irme.
—¿Espera que me ponga una blusa?
—Espero que dejes de hablarme como a una anciana y aceptes mi disculpa para poder irme.
Por otro lado, MoonBin y DongMin están en la clínica, con este último recostado en la camilla, con medicamento intravenoso y los cabellos revueltos.
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Intolerante a la Lactosa. |binwoo|
Cerita PendekDongMin descubre su intolerancia a la lactosa, y quizá su intolerancia a su bonito novio, MoonBin. |H I S T O R I A C O R T A| Binwoo.