capitulo: 025💙💛

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(...)





Jimin divisó una pequeña heladería a unos cuantos pasos de donde se encontraban él y jungkook.

Y puesto que este último se había negado rotundamente a que él pagara por la cena, ahora él compraría el postre.

- Jungkookie~ ¿vamos por postre?

Pregunto jimin con voz suave, haciendo a jungkook sonreír con alegría.

- claro que sí mochi, lo que tu quieras.

Aceptó.

Así ambos dirigiéndose a aquel pequeño local.

Jimin había pedido uno de vainilla y Jungkook uno de chocolate.

Y sí, jimin había pagado esta vez, adelantandose al de cabellos azabache y sonriendo por su pequeña victoria.

Todo parecía perfecto.

haber llevado a jimin a aquel lugar fue la mejor idea de su vida, ambos disfrutando de su delicioso helado empezaron a caminar nuevamente uno al lado del otro, sintiendo como la brisa acariciaba sus pieles de forma suave y delicada.

Andaron así unos cuantos minutos mientras el helado desaparecía de sus manos y ellos conversaban de cosas triviales, y muy normales.

Por que su convivencia siempre se sentía bien aunque fuera lo más común del mundo, era cómoda, todo risas, todo tan cálido.

Justo ahora pasaba de la medía noche.

Así que planearon regresar de nuevo a la cabaña para descansar.

Pero en medio de eso algo llamo la atención de jimin, quién detuvo paulatinamente su andar.

Jungkook secundandolo sin saber que sucedía.

No hasta que dirigió su vista a donde jimin la tenía.

Encontrándose con un deslumbrante lugar, luces artificiales color neón. fosforescentes y saltando en diferentes direcciones mientras la música alta y contagiosa resonaba en sus tímpanos.

"club bar"

Leyó el de cabellos azabache en letras grandes y brillantes.

Mientras tanto, Jimin se preguntó si esos lugares seguían siendo tan divertidos como los recordaba.

y si seria buena idea hacer que jungkook entrará en ella.

Estaba tan sumergido en sus propios pensamientos que no se percato de los ojos que miraban cada una de sus expresiones con atención.

- entremos...

Propuso jungkook repentinamente.

- ¿Qué?.

Preguntó jimin, confundido.

- entremos, será divertido.

Repitió jungkook.

Pues aunque jimin no lo dijera, él sabía que quería entrar en aquel lugar.

Lo podía ver en su rostro,

Por que podía leerlo.

En tan poco tiempo había aprendió a hacer aquello, fue tan simple que incluso pareciera que lo conocía desde niño.

Le parecía fascinante el como jimin llegaba a ser tan dulce, y tan hermoso.

Pero no sólo en lo físico, si no también emocionalmente, era una persona demasiado buena para este mundo, un libró abierto, y jungkook estaba más que dispuesto a leer cada uno de sus parafos.

💙El Amor Destinado💛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora