Capítulo V

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Al día siguiente no volví al patio trasero.
El señor Choo actuaba como si no hubiese pasado nada, aunque estaba más benevolente conmigo, al menos no me gritaba. Incluso yo debía agradecer eso.
Por supuesto que no le contaría a nadie, ¿cómo lo haría? , me sentía una tonta, ¿cómo no había podido decir un simple no?, ¿cómo no pude largarme de ese lugar?, y aún peor, ¿qué hacía aún dentro de esa casa?!
No lo sé, no encontraba una respuesta a ninguna de esas preguntas.
¿Qué le diría a los demás? ¿qué le diría a mi hermano? ¿cómo simplemente podía mirarlo a los ojos? Diría que soy una tonta, y que él me lo había advertido.

Pude sentir la mirada de Yoongi durante todo el día, cuestionándome, buscándome, pero la evité cada vez.
Aunque me doliera el alma, no podría volver allí, y darle una excusa al señor Choo para que volviera a hacerme daño.

Ya era la segunda noche que faltaba a nuestra cita. Estaba encerrada en mi oficina tratando de ocupar mi cabeza con mucho trabajo, tratando de concentrarme en los malditos papeles.
Me sobresalté cuando tocaron a mi puerta.
Me puse de pie, a la defensiva, y apoye mi cuerpo contra la madera, tomando el pestillo, como si de esa manera pudiera detener a alguien.
Abrí un poco y vi que era la señora Moon, no traía su sonrisa como siempre y me preocupó.
La hice entrar. Y me miró preocupada.

- ¿Esta bien señorita Soomin?

- ¡Por supuesto! ¡Si claro! ¿No entiendo por qué lo pregunta?

- Bueno ha estado encerrada estos días, no baja a comer y es el segundo día que veo a mi niño esperándola en el patio.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi corazón se quebró al escuchar eso. Podía imaginarme que eso sucedía, pero me lo quitaba de la cabeza enseguida y luego pensaba que quizá no ocurría o simplemente al no verme se iría. Pero ahora la señora Moon me lo confirmaba.

- ¿Ha pasado algo Soomin? Puedes contar conmigo necesitas hablar.

Me limpié la lágrima que rodó por mi mejilla rápidamente, tratando que la señora Moon no la viera.

- Noo, simplemente, he tenido mucho trabajo, y...y me distraje, y se me pasó la hora, solo eso.

La señora Moon me miró torciendo la boca. ¿A quien trataba de engañar? No era tonta.

- Iré a hablar con él - dije tomando aire y exhalando fuertemente .

Me puse un abrigo, arreglé mi cabello y mi cara con ojos rojos e hinchados, y me dirigí a patio lentamente, con los brazos cruzados, temiendo encontrarme con un monstruo. Mi corazón estaba latiendo a mil, y mis piernas temblaban. Asomé la cabeza para confirmar que era él quien estaba allí.

Ahí estaba Yoongi, con los auriculares puestos, mordiéndose los costados de dedos, metido en su mundo. Me acerqué, para que pudiera verme, y cuando lo hizo se puso de pie y se quitó los audífonos.

- Hola - dije tímidamente.

- Hola - respondió y me hizo un gesto para que me sentara.

Hubo un gran silencio. Ninguno de los dos iniciaba la charla. Yo me sentía tensa, no sabía que decir. Él inició.

- ¿Hice algo mal? ¿Algo que te molestara?

- No, noooo....sólo estuve con mucho trabajo eso es todo.

- ¿De verdad? - preguntó incrédulo.

Moví la cabeza rápidamente asintiendo.

Pude notar que en el suelo había una rosa tirada casi marchita.

- La traje para tí. Quería pedirte disculpas por haberme quedado dormido la otra noche. No sé que me pasó, creo que estoy agotado.

Me puse muy mal de imaginarlo esperándome con la rosa en la mano. Me llenó de ternura. Ahora solo quería que no se sintiera mal.

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