Capítulo XIII

35 4 17
                                    

Llegamos a la casa con mi hermano y Yoongi.
Habían sido unos días agotadores, de aquí para allá en el juzgado. A mí hermano lo retuvieron por 24 horas, luego de tomarle su declaración lo dejaron detenido hasta que al fin Jimin logró sacarlo.
El juicio sería contra Choo y el juez determinó que Jin era inocente, además de que tenía una conducta impecable.
De todas formas esas 24 horas fueron las peores de su vida. Cuándo llegó a la casa, casi sin vida, se pegó una ducha y quedó dormido al instante.
Fui a su cuarto y estaba tirado sobre la cama con una toalla en la cintura y el cabello mojado, lo cubrí con una manta y le di un beso en la frente.
Salí con cuidado de no hacer nada de ruido.
Yoongi estaba con su celular. Estábamos igual de cansados, no habíamos dormido bien y además de los nervios teníamos a la prensa encima nuestro.
El caso ya se había hecho público, y gracias a eso, varias de las chicas que habían trabajado en otro momento para el señor Min se habían acercado a sumar su denuncia por acoso. En total se lo acusaba de cinco casos de acoso laboral, dos violaciones y secuestro, y la lista podía seguir según Jimin.
Por suerte habíamos logrado evadir a los paparazzi que ni se imaginaban que Yoongi estaba en una pequeño apartamento perdido en medio de la ciudad.

- ¿Ya puedes dejar el celular? No te hace bien leer todo lo que dicen.

- Lo sé. Estaba hablando con Moon y me distraje leyendo las noticias.

- ¿Ya llegaron al Hotel?

- Si, comerian algo y se iban a descansar. El juicio de mañana será extenso.

Sé puso de pie y me tomó por la cintura.

- Me siento responsable de todo lo que te está pasando, lo siento.

- ¿De qué hablas? Me alegra que esto se supiera y que este hombre pague por todo lo que hizo. ¿Podemos por favor hablar de otra cosa? Necesito sacar mi cabeza de todo esto aunque sea por lo que resta del día.

- Ok. ¿De qué quieres hablar? - dijo dándome un tierno beso.

- De nada en particular, sólo como en los viejos tiempos, divagar sobre lo que sea. ¿Quieres una copa de vino?

- Bueno,pongamos algo de música.

- Bien, pero esta vez elijo yo.

Serví dos copas de vino y puse música.

- ¿Te gusta Bruno Mars?

- Sí, me gusta.

- ¿Sabes cómo se llama este tema? - pregunté mientras le entregaba su copa - se llama "If I knew" y ahora lo vas a bailar conmigo...

- Soy muy malo para eso - arrugó la nariz.
Esa expresión en su rostro me vuelve loca, no me resistí y le plante un besito en la punta de su nariz.

- No tiene mucha ciencia - dije pegando mi cuerpo al de él y rodeando su cuello con mi brazo libre.
Me tomó de la cintura, y sonrió mientras me pisaba.

- Ok, sólo tratemos de balancearnos en la misma dirección - reí.

Esa conexión tan simple me hizo sentir completa. Como si nuestros cuerpos y almas estuvieran hechos el uno para el otro y al fin pudieran encontrarse. Tomó un largo trago de vino y dejó la copa sobre la mesa para tomarme con ambas manos. Sentía sus dedos recorriendo mi espalda y esa acción me ponía la piel de gallina.
Sus ojos tenían ahora un brillo especial y sonreía como un niño pequeño que está aprendiendo algo nuevo y nota que lo hace bien. Buscó mi aprobación.
La canción terminó y comenzó "Dive" de Ed Sheeran. Hundió su nariz en mi cuello y bailamos así el resto de la canción.
Dejé mi copa al lado de la suya, comencé a acariciar su rostro, sus labios buscaron los míos y nos unimos en un beso profundo. Perdí por completo la noción del tiempo y el espacio, me sentía flotar. Olvidé lo ocurrido en los últimos días, olvidé las lágrimas derramadas, el dolor, hasta olvidé como me llamaba...
Ahora escuchábamos "Thinking out loud"

Ebony & IvoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora