Capítulo X - Yoongi

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- Papi ya estoy cansado.

- Solo una vez más tiene que salir perfecto está vez.

La Señora Moon observaba ya de pie desde el otro lado de la sala.
Se ponía muy nerviosa cuando el señor Choo le exigía demasiado a su hijo. Apenas tenía 6
años, hacía un poco menos de un año que había perdido a su madre y a pesar de que amaba tocar, el señor Choo lo tenía horas y horas practicando.
Yoongi se sentaba al piano para disfrutarlo, para sentirlo, él mismo tocaba melodías que no sabía de dónde salían, solo aparecían allí y sus pequeños deditos se movían sobre las teclas sin ningún tipo de esfuerzo.
Las cosas cambiaron cuando su padre lo obligaba a tocar una y otra vez obras enteras de Chopin, Schubert, Mozart, Litszt, Rubinstein. Su diversión se convertía en completo aburrimiento.
Nuevamente terminó de tocar "Serenade" de Schubert y de inmediato Moon se acercó a él.

- Está bien por hoy, es hora de dormir que mañana hay que levantarse temprano para ir al colegio.

Choo la miró con desaprobación, pero no le llevaba la contra. O al menos lo intentaba mientras su temperamento se lo permitía.

- Si sigue así de blandito no va a poder ser nadie en la vida.

- Tiene que descansar - fueron las palabras de Moon, sin levantar la voz y sin mirarlo a los ojos.

Choo se dió la vuelta sin decir nada más.

- ¡Buenas noches papi!

- Si, si que descanses, mañana seguiremos - dijo agitando la mano para que se fueran.

Moon acompañó al niño a su cuarto y mientras éste se ponía su pijama ella preparaba la cama.

- Momoon, ¿crees que mi padre me quiere?

- ¡Claro que te quiere!

- ¿Y por qué él no es como otros papás?

- ¿A qué te refieres con eso?

- Él nunca es cariñoso conmigo, no vamos al parque, no me lleva a la escuela, no sé, no hace las cosas que los papás de mis compañeros hacen.

- Él es así, es un hombre muy ocupado, pero quiere lo mejor para tí.

El niño se quedó pensativo un momento, luego agregó.

- En unos días cumpliré 7.

- Es verdad, estás creciendo muy rápido hombrecito.

- ¿Creés que podré tener una fiesta de cumpleaños como los demás niños?¿Podré invitar otros niños del colegio?

- Mmm sabes que tu padre no está afín con esas cosas. ¿Pero sabes qué? Moon te preparará pastel de fresas como a tí te gusta.

Un poco de desilusión se dejó ver en su carita redonda.

- Moon, ¿te puedes quedar conmigo mientras me duermo?

Moon sonrió y se recostó a su lado, acariciándo su cabecita para que se durmiera.

- Tengo miedo de olvidarme de mi mamá... Ya casi no recuerdo su cara, ni su voz, ni lo que hacíamos. La extraño mucho.

- Yo sé que la extrañas. Pero ella está cerca tuyo, para cuidarte ¿sabes? Siempre puedes mirar sus fotos para recordarla.

- ¿Creés que donde ella está recordará que es mi cumpleaños?

- Nunca lo olvidaría...

- Cuéntenme de ella Moon...

Moon comenzó a contarle todo sobre Young Mi. De como le gustaba correr con él bajo el sol de la primavera o hacer muñecos o jugar guerrilla con la nieve en invierno. Cuando Young estaba, sí se celebraban los cumpleaños, incluso cuando ya estaba demasiado enferma y cansada.
Moon estaba muy agradecida por todo lo que la señora Min había hecho por su hijo, y por la educación que ella y su marido le habían dado, no le faltaba absolutamente nada.
Excepto amor.
Desde que Young Mi había muerto ella era la única que siempre intentaba estar ahí para Yoongi.
Y a pesar de tener los mejores tutores tenía una vida demasiado tediosa para un niño de su edad.

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