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Kim Iseul

Desperté con una terrible jaqueca, mire a mi alrededor, todo estaba oscuro, lo único que proporcionaba iluminación eran las antorchas pegadas a las paredes, muy medieval para mi gusto, me pare como pude, me acerque a los barrotes pero al momento de tocarlos quemaron mi manos, tuve que reprimir mi grito, podía recordar como me arrestaron, dos personas se acercaron a mi "celda".

-¿Ustedes no entienden las leyes?- Me miro burlón 

-La entiendo, pero dudo que ustedes lo hagan.- Empece a fijarme mas en mi alrededor, las paredes eran de ladrillo sumamente desgastados, el piso ni si quiera podía notar el material del que estaba echo; no había nada mas en la habitación.- ¿De que se me acusa?

-Atacaste a un grupo de adolescentes en un centro comercial.- El otro tipo hablo.

-No los ataque.- Susurre. 

-Se lo dirás al consejo- Odiaba a ese tipo.- Por cierto, tienes el sueño muy pesado, dormiste un día entero

Se alejaron, sin duda insoportables; me senté en el suelo hasta que una voz cercana interrumpió mis pensamientos.

-¿Que le hiciste a los humos? Digo, no por cualquier cosa arrestan a una bruja.- La voz venia de al lado.

-Defendí a un humano de otros humanos- No tenía interés en nada pero era lo único que podía hacer- ¿Tu que hiciste?

-Lo mate, bueno el quiso matarme y  yo le devolví la intención.

-Muy romántico el asunto, y que nos va a pasar.

-Yo estoy condenado a 100 años, tu tendrás un juicio de eso dependerá tu condena.- Tuvimos unos momentos de silencio.- Jamas conocí a nadie capaz de arriesgarse por un humano.

-No me siento orgullosa de ello

-Me agradas, todavía tienes sentimientos- Mi nombre es Robert soy un cíclope, ¿Cual es el tuyo?

-Iseul- Me sentía cansada de tantas presentaciones.- ¿Los cíclopes no fueron encerrados en una isla hace mucho tiempo?- Quería hacer conversación.

-Si, pero algunos habitamos lugares desiertos.

Seguí charlando con Robert, no tenia nada que hacer; me imaginaba como seria el propietario de esa voz, hablamos de cosas triviales sin importancia, cumpleaños, color favorito, numero de la suerte, un golpe en ambas rejas nos hizo guardar silencio.

-Cállense de una buena vez, no están de vacaciones señoritas- Un enano.

-Muy pocos modales como era de esperar de un sujeto de tu estatura- Yo y mi boca.

-¿Que dijiste niña?- Me miro desafiante.

-No le hable así mi señor ella es una bruja- Robert intento defenderme.

-Una bruja... Interesante.

-¿Que nunca vieron una?- Me levante, después camine lentamente acercándome a el sin tocar los barrotes.- O quizás me tienes miedo, nosotras nos hicimos cargo de tu despreciable raza, gracias a mi no podrás tocar el mar en un largo tiempo.- Si algo aprendí en las películas de humanos sobre cárceles es no dejarse molestar; los enanos fueron maldecidos si tocan el mar se derretirán, todo esto fue para evitar guerras con los exiliados por el consejo.

-Tienes agallas y eso te matara- Se fue.

-Actuaste muy genial- Robert se reía mientras hablaba- Todos respetan a los enanos por ser guerreros del consejo pero tu les diste la cara.

-Tenia que defenderme.

Esta vez me senté recargando mi peso en la pared y de esa forma poder hablar mejor sin levantar la voz, un extraño humo empezó a salir de todo el piso, me quede dormida, quería regresar a casa.

Me levante por los gritos de los cazadores y del enano de antes.

-Vamos no tenemos todo el día.- No tenia fuerza, entraron, me sujetaron de los brazos para llevarme con ellos.

-Suerte- Escuche la voz de Robert parecía muy débil.

Abandonamos el largo pasillo que conducía a varias celdas, hablaban pero no entendía nada, todo a mi alrededor era muy confuso, sin darme cuenta me sentaron, poco a poco recupere mis sentidos; intente levantarme pero mis manos y pies estaban atados en la silla. Mire a mi alrededor alterada, me encontraba en medio de una gran sala blanca, a los costados se habían varias criaturas ocultas desde hadas, elfos, sirenas, ninfas, enanos, centauros, cíclopes, minotauros, vampiros, hombres lobo hasta zombies, todos se acomodaban por razas; un poco mas adelante cerca del estrado, pude ver a un pequeño grupo de tres brujas, todos me miraban.

Un cazador entre a la sala sentándose en el asiento del juez.

-Hoy nos reunimos para juzgar a Kim Iseul, mejor conocida como la gran bruja de Jeju, por sus crímenes contra los humanos.

-En primer lugar la gran bruja de Jeju era mi madre y en segundo yo no cometí ningún crimen.

-¿Entonces por que recibimos el reporte de nuestros informantes mundanos, explicando como un grupo de adolescentes fueron atacados?

-¿Y que me harán? ¿Me quemaran en la hoguera?.- El juez inhalo profundamente, supongo que es difícil tenerme paciencia.

-¿Tiene un abogado señorita?.

-Yo- Me interrumpió el gran sonido de la puerta principal, al abrirse de repente.

-Lamentamos la tardanza pero había mucho trafico para poder llegar aqui- Sonreí al escuchar aquella voz, Key mi lindo y adorado Key, voltee para poder ver mejor su entrada triunfal junto a Heechul y Chen; les juro en ese momento mi mente reproducio la canción de Gloria Trevi "Ábranse Perras", jamas me había sentido tan feliz de verlos.- Ahora por favor comencemos.- Los tres venían vestidos de traje negro, tomaron asiento al lado mio, Key me dio una sonrisa.

-Bien, como ya se abran enterado la señorita ataco humanos- Todos parecían sorprendidos de mis dos abogados vampiros y mi hadita.- No toleraremos esos actos.- Chen se puso de pie.

- Todos saben las reglas, lo que ustedes no saben son la razones para actuar así, defendió a un humano de otros humanos, nosotros mejor que nadie conocemos sus actitudes, matan, secuestran, violan, estafan entre ellos mismos, Iseul noto una situación injusta y actuó algo que ninguno de nosotros podemos hacer.

-¿Algún otro argumento?- Chen tomo asiento, Heechul se levanto.

-Hemos permanecido ocultos para la humanidad hace mucho tiempo, aprendimos su costumbres y nos acomodamos a sus leyes, algunos se enamoraron, vivimos sin poder actuar; solo somos adornos ante los ojos de los demás, nos ocupan para hacer películas creyendo que no existimos, por fin uno de nosotros pudo utilizar sus habilidades para acercar nuestros mundos.- Miro a Key, el cual se levanto para tomar su turno, Heechul tomo su lugar-

-En el mundo solo quedan 4 brujas contando a Iseul, nadie negara todo lo que han echo por ayudar, incluso a los propios cazadores; tenemos un testigo de lo ocurrido- Todos miraron la entrada- Adelante por favor.  

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Desde ahora todos los capítulos serán narrados por Iseul.

Abracadabra//Nakamoto YutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora