Capítulo 2

60 4 4
                                    

Alex

Por fin he llegado. Tantas horas de vuelo me tenian de mal humor pero lo bueno de todo esto es que por fin tengo vacaciones. Lo curioso de todo es, ¿por qué venir hasta Turquia por unas simples vacaciones?.

Porque aun no olvidas a la persona que tanto amaba este lugar.

Me grita mi sub-conciente pero decido ignorarlo.

Tomo un taxi hasta el departamento que he alquilado por el tiempo que estaré aquí y apenas llego, me meto a la ducha para luego descansar de mi viaje agotador.

***
No estoy seguro de la hora que es pero parece que ya es de dia porque la gran cantidad de luz del sol que intenta atravesar la ventana me está dejando ciego. Miro mi celular y marca las 9:30am. Dejo la flojera a un lado y me alisto para salir a desayunar.

¿A donde deberia ir?
No conozco nada en Estambul y para colmo he dejado el mapa que me ha regalado el gerente del hotel en mi habitación. Asi que decido caminar sin rumbo alguno hasta que veo un pequeño café en una esquina. Hay pocas personas asi que entro y me siento en la primera mesa que logro ver.

-Buenos días-. Levanto mi mirada del menú que está en la mesa para mirar a una chica de estatura promedio y muy mona sonreírme amablemente.
-Buen dia-. Le respondo devolviendole la sonrisa. -¿Puede darme su orden?-.
-Un café con crema y media lunas, por favor-.  La chica me dedica una ultima sonrisa y se aleja hacia la barra.

Mientras espero mi desayuno me dedico a mirar a traves de los cristales del café, la gente luce contenta al recibir la fria brisa de la mañana. Algunos van en bici pero la mayoria solo camina y otros pocos andan acompañados de sus mascotas. Tanta tranquilidad me hace darme cuenta de lo mucho que necesitaba estas vacaciones, no es que llevara ya un año trabajando pero la verdad es que es agotador así que espero disfrutar de estas tres semanas lo más que pueda, antes de volver a mi cruda realidad. Será la primera navidad que pase lejos de mi familia.

Minutos después la chica sonriente se acerca con mi pedido y le doy las gracias. Después de comer las media lunas y tomar el café, dejo el dinero sobre la mesa. Me dirijo a la salida y un "au" me saca de mis pensamientos. Cuando logro entrar en razon mis ojos van desde unas botas de lluvia hasta el borde de una gabardina gris.
Es una mujer.

-Lo siento. digo en respuesta mientras me encuentro con unos hermosos ojos cafés y todo se congela.  De repente estoy de vuelta en Oregón y hay alguien frente a mi, la silueta de una chica se hace mas visible y cuando termina de aparecer, una hermosa sonrisa adorna su pequeño rostro, sus ojos brillan cual estrella y yo no hago más que admirarla.
-A-Alex?, ¿eres tú?-.
y caigo de vuelta en la realidad.

La miro sorprendido y no sé si es por el hecho de que sepa mi nombre o porque yo también sé cual es el suyo. -Pilar...- mi voz suena como un susurro mas que otra cosa pero trato de enfocarme en lo que está pasando frente a mi.

Es ella.

-¿Qué haces aqui?- su pregunta duele como una puñalada en el estomago pero decido no mostrar debilidad y le respondo con una sonrisa fingida. -Solo estoy de visita, quería aprovechar mis vacaciones-. Ella me mira con curiosidad pero al final me dedica una sonrisa y asiente.

Esa jodida sonrisa que me vuelve loco, ¿como puede ser tan perfecta?. Lo pienso pero no lo digo. -Bueno, debo irme, un placer volver a verte, Pilar-. Rompo el silencio entre nosotros y termino de salir de una buena vez. -Me da gusto verte, Alex-. Me detengo en seco y le dedico una ultima sonrisa por encima del hombro.

Habia pasado tanto tiempo desde la ultima vez que la vi, la extrañé días y noches y la agonía de llamarla y que no respondiera me rompía el corazón. Es cierto lo que dicen, crees haber superado a alguien mientras no lo vuelves a ver, una vez lo hagas todo tu mundo se vuelve ruinas y eso era lo que sucedía con Pilar, esa chica me habia vuelto loco por completo y me habia jurado a mi mismo que seria mía para toda la vida, pero el karma es una jodida mierda y las cosas no salieron como esperaba. Recordar esa mágica noche de graduación, cuando después de amarnos con locura me lanzó aquella bomba de gas que casi me ahoga de la tristeza provocaba que se me aguaran los ojos, pero no podía ser egoísta y arrebatarle así sus sueños. Me habría encantado venirme a vivir con ella pero no podía abandonar a mi madre y a mi hermana, ya mi padre lo había hecho y no merecían sufrir otra vez. Lo cierto es que si aun estoy vivo es por Pilar, fueron tantas las veces que me ayudó a superar mis demonios y lo mejor de todo es que ella nunca intentó cambiarme, siempre me quiso tal y como era y por eso se había convertido en el amor de mi vida. Puede que sea infantil de mi parte aun guardar esperanzas de que estemos juntos después de tres años pero es inevitable no pensar en ella, esa chica de ojos cafés me había marcado la vida y no había poder humano que borrara su huella.

Caminé sin rumbo durante un largo rato, conocí lugares maravillosos y la gente era muy amable. Aproveché para pedir indicaciones de como llegar al hotel y he de admitir que no fue tan difícil, considerando que preferí caminar a llamar un taxi.

¿Qué les ha parecido este capitulo? =)
Hasta el próximo XOXO.

ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora