quince

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Aristóteles besó la mano de Temo y sonrió. Estaban sentados en la hora del recreo en las escaleras que daban al segundo piso, donde estaba su salón de clases, y hasta ahora nadie había llegado a interrumpir su momento a solas.

— Me alegra que le hayas pedido disculpas a Ana.

— Fue vergonzoso. —Temo se recargó en el hombro de Aris para evitar mirarlo, aún podía sentir su rostro arder de vergüenza por sólo mirar a la chica asintiendo como idiota para no decir algo estúpido.

— No fue vergonozo, además me dijo que tenía un novio guapo —Aristóteles sonrió, dando un beso en la cabeza de su amado.

Temo levanta la vista y le da un beso en la mejilla de Aristóteles.

— Tú eres quien tiene a medio Oaxaca detrás de ti, eh.

— Es cierto, definitivamente deberías estar celoso de todo el mundo.

Temo abrió la boca sorprendido y se cruzo de brazos, divertido por seguirle el juego a su novio.

— Yo también debería hacerme influencer para tener a la otra mitad de Oaxaca detrás de mí.

— Uh no, no, no, así estamos bien Tahi —Aristóteles rió, acariciando la mano de Temo. — Estamos bien sin que nadie te quiera quitar de mi lado.

— Ya suficiente es con tu familia, eh

Aunque aquel comentario salió con una intención divertida de seguir con la amena conversación, no fue así. Temo dejó de sonreír apenas unos segundos después de hacer aquel comentario y Aristóteles soltó un pequeño suspiro.

— algún día lo entenderán.

PROBLEMS // aristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora