Capítulo VI

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Me sorprendí al ver justamente la persona por la cual había abandonado el chalet de Jin; Jaebum.

—¿Porqué te vas tan pronto, guapa?—se acercaba a mí con demasiada confianza, lo que me ponía nerviosa.
—Mañana madrugo—tuve que mentir, quería salir de esa situación cuanto antes.
—Quédate un poco más conmigo, anda.

Y con todo el descaro, subió mi vestido dejando a la luz mis partes, ya que mi ropa interior se encontraba mojada en mi bolso. Iba a chillar, pero él lo impidió tapándome la boca bruscamente.
Tenía miedo, iba a violarme, bajo la luz de las defectuosas farolas, sin importarle lo que yo pensara.
Empecé a sentir una opresión en el pecho que me impedía respirar, mi corazón iba a estallar en cualquier momento y cuando metió una mano en mí, sentí que no estaba allí, como si no estuviese en mi propio cuerpo.

Estaba tocando mi intimidad, de una forma brusca y asquerosa, el hijo de puta me iba a violar en ese momento mientras yo tenía un ataque de ansiedad.

Las lágrimas salían y salían sin cesar, solo podía esperar a que todo terminase.

Entonces, alguien rodeó con su brazo el cuello de Jaebum y presionó, agarrando su mano con la otra, una llave que podía desmayar a cualquier persona. Cayó, inconsciente y pude ver la persona que me había salvado.

—¡Namjoon!—lo abracé llorando como un bebé.
—Ya está, ya estoy aquí—acariciaba mi pelo queriéndome tranquilizar.

Cuando me acarició, me sentí mucho mejor.

—Vamos, te acompaño a casa y ahí nos tomamos algo y me cuentas todo ¿Vale?—propuso posando sus dos manos en mi rostro, con los pulgares secó mis cientos de lágrimas. Asentí.

Pensaba que iríamos andando, pero para mi sorpresa, sacó unas llaves y les dio a un botón, abriendo su coche. Nos subimos y me llevó hasta mi hogar.

Abrí la puerta y entramos, ningún chico, aparte de Jimin había entrado a mi casa, pero Namjoon era distinto, él tenía ganado el cielo, sabía que con él no tenía peligro.

Ya había parado de llorar, pero mi cabeza seguía dando vueltas. Le señalé el sofá para que se siente ahí.

Me senté con él, Namjoon puso una mano en mi rodilla y me miró a los ojos preocupado.

—¿Conocías a ese chico?
—Si, vino a casa de un amigo cuando estábamos en su piscina y me fui por que era imbécil... Me persiguió e hizo eso...

El castaño frunció el ceño y por primera vez, le vi enfadado, esa situación le había cambiado completamente el humor.

—Espero no volver a verle, porque si no...
—Esperemos...—suspiré—¿Y tú de dónde venías?
—De cenar con un amigo, vive cerca de donde estábamos.
—No sé como lo haces, pero siempre estás para salvarme o ayudarme.
—Sera casualidad, supongo—sonrió, le estaba cogiendo cariño a su perfecta sonrisa y sus bonitos hoyuelos, cuando los veía me sentía bien.
—De todas formas, muchas gracias Namjoon, de nuevo, no sé qué hubiera hecho sin ti.
—No es nada, Minah. Me tengo que ir a casa—se levantó—estate tranquila ¿Vale?
—Lo intentaré.

Me levanté para acompañarle hasta la puerta, cuando él se levantó volví a abrazarle sintiendo el calor de su pecho y la paz volvió a mi cuerpo.

—Gracias.

Me acarició la mejilla y me dio la mano reconfortándome.

Se fue, y me quedé contra la puerta, sin saber que hacer después de lo que había pasado. Me sentía insegura sin Namjoon a mi lado, se había vuelto mi héroe, alguien que me hacía estar bien.

Dormí con Yeontan, el me hacía sentir segura, aunque por sus movimientos me despertaba varias veces en la noche.

Al día siguiente, por la tarde, tenía que ir a trabajar. Me había preparado demasiado pronto, así que fui primero a tomar algo.

Yendo a ese bar vi a alguien delante mío que me resultaba familiar, alto, con ropa ancha y un gorro tapando su pelo castaño.

—¿Namjoon?—se dio la vuelta y efectivamente era él, cuando me reconoció sonrió mostrando esos preciosos hoyuelos.
—¡Hola Minah! ¿Dónde vas?
—A tomar algo a algún bar ¿Y tú?
—A la librería ¿Me acompañas?—preguntó con los ojos más abiertos de lo habitual, esperando un sí como respuesta. No pude resistirme.
—Vale.

Fuimos al lugar, lleno de libros de todos los géneros posibles. Namjoon buscaba un libro en concreto, pero no sabía cual. Fui a la sección romántica a ver si alguno me llamaba la atención para así comprarlo.

"Illegal Dimple" Me llamó la atención su título, así que leí el resumen.

"Te escondes pero solo apareces cuando sonríes
¿De donde vienes?
No me mientas, sé que eres un ángel.

Ella no sabía de donde salía aquel chico, solo sabía que lo amaba."

Lo único que hacía ese resumen eran ganas de leerme el libro entero, así que no dudé en comprarlo.

—Namjoon ¿Qué libro te vas a comprar?
—Tú nunca caminas solo, una novela sobre un chico el cual siempre está ahí aunque ella no lo vea—contestó mirando la portada, se le veía ansioso por leerla, así que rápidamente fuimos a la caja para pagar los dos.

Fuimos a la calle y andamos sin rumbo.

—¿Qué libro te has comprado tú?
—Se llama Illegal Dimple—dije y luego le miré su sonrisa, ahí me di cuenta de que el título es perfecto para él.
—Me lo he leído, te va a encantar.
—Si, la verdad es que ha sido amor a primera vista—me reí—bueno, yo tengo que ir a trabajar, a ver si luego te pasas por el bar.
—No prometo nada—mostró una divertida sonrisa y se fue.

Caminé hasta el lugar de mi trabajo, con la mochila en los hombros y el libro en la mano, no podía parar de mirarlo ya que quería leerlo, quizá era el título o algo más...

Vi una casa rodeada de vallas y un policía rondando por ellas, asustada decidí preguntar.

—Buenas tardes ¿Qué ha pasado?
—Se ha caído una pieza de tejado, ha herido a dos chicas que pasaban, ha sido hace unos veinte minutos o así.

~

Namjoon en tu casa

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Namjoon en tu casa

Ya tengo escrito todo el fanfic, la verdad es que el final me ha gustado bastante jeje.

🖤

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