Parte IX

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Entramos, le indiqué con un gesto que se sentase en el sofá, pero yo fui hacia la cocina.

—¿Te apetece tomar algo?
—No, gracias. He desayunado en casa.

Al ver que no quería nada, me senté con él. Nos quedamos en silencio, no sabía de que hablar con él, pero aún así estaba contenta por tenerle en casa, haciéndome compañía.

—Jin, Tae y yo tenemos un grupo de chat y he pensado que podrías estar tú también—propuso sin mirarme, después de decirlo, sus ojos buscaron los míos.
—Claro.

Sacó su móvil y me agregó, lo sabía porque un mensaje llegó a mi teléfono.

El nombre del grupo era "3 mosqueteros + una princesa". Me gustó, lo admito.

"¿Quién es?" Preguntó Tae y yo respondí "Minah".

—Estaban deseando que estuvieras en el grupo—mostró una pequeña risa—eres muy divertida y tu presencia nos alegra a todos.

No sabía como responder a un cumplido tan bonito, así que sonreí mientras mis mejillas se sonrojaban.

—No creo que sea para tanto.

~

Los días pasaban lentamente, Jimin no me había hablado aún y no vi a Namjoon. Lo bueno es que quedaba con Jungkook y los demás, siendo así una más del grupo.

Algo que se me hacía extraño es que no viese a Namjoon por ningún lado, no había aparecido por el bar, tampoco me lo crucé por la calle y no se pasó por la librería. Estaba preocupada, pero también pensé que estaría con su novia y ya no tendría tiempo para verme.

Respecto a Jimin, intenté hablarle, pero no si quiera recibía los mensajes, así que lo dejé de intentar.

Quedé con los chicos en la casa de Jin. Me arreglé un poco y fui, mientras escuchaba algo de música con los auriculares. Cuando llegué llamé al timbre y me recibió. Entré viendo a los tres sentados en el sofá.

Jungkook se levantó y me abrazó con fuerza, pero sin hacerme daño. La diferencia de altura me parecía tierna y graciosa, le llegaba al pecho. Acarició mi pelo antes de separarse y sonrió.

—Hola, Minah.
—Hola Kook—le devolví la sonrisa.
—¿¡Y yo estoy pintado o qué!?—exclamó Jin por no saludarle a él también.
—Hola Jin y Tae—me reí.

Fuimos a la habitación donde tenía la play y todo lo demás. Nos sentamos los tres en la gran cama que se encontraba frente a la televisión y la encendimos para poner un juego de competición.

—Falta algo aquí—dijo Jungkook.
—Si... ¡Comida!—exclamó Jin.
—Pues acompáñame a comprar bolsitas y golosinas.
—Vale—se levantaron—esperad aquí, no tardaremos.

Asentimos y nos quedamos completamente solos, nunca había estado solo con Tae y me parecía extraño, no sabía ni que hacer, estaba bastante nerviosa.

Entonces, Taehyung se tumbó. Sin decir ni una sola palabra, solo golpeó el lado que quedaba libre, lo entendí perfectamente, quería que me tumbase a su lado. Dudé, no había estado con muchos hombres en la cama... Solo con uno y aunque ahora no iba a ser nada sexual, seguía dudando. Pero lo hice, me tumbé a su lado.

En el techo, vi unas pegatinas de estrellas, con una frase; "La luz de estrella brilla más en las noches más oscuras".

—Que bonito—dije señalando al techo.
—¿A que si? Para que luego digan que no soy romántico, hasta te llevo a ver las estrellas—bromeó, lo supe por su tono de voz.
—Que gracioso eres—me reí.

Nos volvimos a quedar en silencio, pero esta vez, él se giró para mirarme a mí y yo lo miré a él.

—Gracias por aparecer en la discoteca aquel día.
—Esas cosas no se agradecen—le di un suave golpe en el hombro. Él se refería a cuando estuvimos de fiesta por primera vez.
—Yo si que lo hago.

Taehyung me parecía muy tierno, no parecía tener malas intenciones en ningún momento, era como un alma inocente.

Noté como su meñique buscó el mío, dando con el, logró cruzarlos. No entendía sus intenciones, pero tampoco dije nada.

—¡Pillados!—exclamó Seokjin y rápidamente nos levantamos de la cama.
—No estábamos haciendo nada, idiota—aclaró Tae.

Jungkook se mantenía en la puerta, serio.

—Si tú lo dices...—vaciló Jin—venga, vamos a comer algo.

Cogimos una bolsita cada uno y volvimos a jugar a la play. Yo gané a Jin, Jungkook a Tae y ahora era momento de saber quien iba a ser campeón, Kook o yo.

Lo intenté, pero Jungkook era demasiado bueno, así que me ganó.

—Lo siento Minah, jamás ganarás al rey—dijo bailando.
—Ya lo veremos—amenacé entre risas.

Estuvimos un rato más y volví a casa. Por un momento eché de menos el ruido de las patitas de Yeontan corriendo hacia mí, pero ahora él estaba con mi hermana. Dejé mi bolso en la habitación y fui a la cocina para prepararme algo de cenar.

Estaba sacando una sartén cuando escuché la puerta sonar. Fui a abrir y me encontré con la apenada mirada de Jimin.

—Jimin ¿Estás bien?—dudé en si acariciar su brazo, pero lo hice.
—Lo siento—me miró a los ojos, transmitiendo una inmensa tristeza—me tomé demasiado mal cuando me rechazaste...
—No te disculpes—posé mi mano en su rostro—te entiendo, las cosas se pusieron bastante incómodas y extrañas, pero no sabes cuanto de menos te he echado.
—¿En serio? La verdad no sabía ni si venir, me daba vergüenza después de como me comporté.
—No te preocupes, ChimChim. Vamos, entra.

Nos sentamos en el sofá, me tumbé con la cabeza en sus piernas.

—Te quiero—sonreí y coloqué mis labios para un beso, siempre lo hacía, pero se lo daba en la mejilla. Acercó su rostro y pude besarle en sus sonrojadas mejillas.
—Yo también, Minah.

Estuvimos hablando, yo le conté que estos días había estado con el grupo de Kook, trató de ocultar que no le importaba, pero su expresión lo decía todo. Era normal, tenía miedo a que lo dejase solo.

—Pero mañana quedaremos nosotros dos ¿No?—preguntó con esos ojitos de cachorrito.
—¡Obviamente!

Estuvo un rato más y se fue. Observé como se iba con una sonrisa de oreja a oreja, estaba tan feliz de volver a verle. Había sido mi mejor amigo durante mucho tiempo y no podía permitirme perderlo.

Me sentía mal por haberlo rechazado, pero realmente lo veía como un hermano y por mucho que le dolería no podía estar con él. Todos los días deseaba que tuviese el valor para hablar con aquella chica la cual le gustaba, así podía olvidarse de mí.

Estaba feliz, entonces, vi el libro que me compré y recordé a Namjoon.

"¿Fue un error de un ángel?
¿O fue un beso profundo?
Esos hoyuelos son ilegales
Pero los quiero de todos modos"

Una frase que había grabado en mi mente, cada vez que veía ese libro, me acordaba de ella y de los preciosos hoyuelos de Nam.

~

     Jimin feliz por la reconciliación

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     Jimin feliz por la reconciliación

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