Parte XIV

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No quería admitirlo, pero Jimin tenía razón.

—No quiero dejarle—suspiré.
—Entonces aprende a confiar en los demás—acarició mi mejilla y por fin sonreí.
—Vale, lo intentaré.

Estuve un rato con él, hablando conseguía que me olvidase de mi problema y le prestara atención a sus tonterías.

—No, en serio, imagínate todo el alcohol de una tienda... ¡Pues es capaz de bebérselo todo!—hablaba de Yoongi, aquel viejo amigo.
—No te creo—dije sorprendida.
—Quizá una tienda no, pero cinco botellas en una noche... Solo déjale con ellas a solas.

~

Volví a casa, hice la colada, limpié un poco, comí y ya tenía la tarde libre, ya que hoy no tenía que trabajar. Decidí ponerme música y darlo todo, me apetecía fiesta y aún era pronto para salir.

Alguien llamó a mi teléfono, fui a mirar y era Jimin.

—Dime.
—¿Puedo quedarme a dormir a tu casa...?—preguntó triste, había discutido otra vez con su madre.
—Claro, aquí te espero.

Estaba acostumbrada a estas visitas, él dormía conmigo, pero no me importaba, ya que nunca había pasado nada raro, dormíamos dándonos la espalda, tranquilamente.

Jimin no tardó en venir, le abrí la puerta y entró, con una mochila en sus espaldas.

—¿Qué ha pasado ahora?—pregunté, aunque ya me sabía sus respuestas.
—Me ha echado por hablarle mal.
—Sin problema, vamos, ayúdame a hacer la cena—dije sin darle importancia al tema, pues siempre era lo mismo.

Cenamos y fuimos a mi habitación.

—Jungkook no me ha vuelto a hablar en todo el día... ¿Debería llamarle?—estaba nerviosa y preocupada.
—No, espera a que te hable, tú le has hablado esta mañana.
—Cierto...

Miré mis redes sociales y no pude evitar mirar el perfil de Kenya.

Había subido una selfie, donde el pie de foto era "gracias por volver a besarme". Dejé el móvil y comencé a respirar más fuerte, mis manos sudaban.

—¡Minah!—exclamó Jimin asustado.
—Mira—le enseñé el móvil y me agarró de los hombros para zarandearme.
—¡Puede ser cualquier chico! Deja de montarte películas.

Respiré hondo, no podía seguir así.

—Me voy a preparar para ir a dormir.

~

—El dolor aumenta—escuché un susurro, sin embargo, no quise abrir los ojos—tu desconfianza también, pero tienes razón.
—¿Mmm?—apenas pude articular palabra.
—¡Minah, reacciona!—del susto me desperté y me senté en la cama, buscando el autor de la voz, dando con Namjoon parado en la puerta.
—Namjoon ¿Estas ahí realmente?
—Claro, para avisarte.
—¿Qué?
—Haz caso a tu corazón.
—¿Cómo? ¡Namjoon! ¡Vuelve!—había desaparecido en mis narices—¡Namjoon!

~

—¡Despierta Minah!—Jimin estaba zarandeándome.
—¿Qué pasa?
—Estabas gritando ¿Qué estabas soñando?

Pausé para recordar mi sueño, tan realista... Pero no quise darle importancia.

—Da igual...—miré la hora, ya eran las nueve, así que me levanté de la cama para comenzar un nuevo día.

Fui a hacer el desayuno para los dos, con mi pijama de pantalón corto y tirantes de panditas.

Jimin entró a la cocina, me di la vuelta sin dejar de mezclar los huevos, leche y demás, estaba haciendo tortitas. Vi su sonrisa y no pude evitar imitarle, en ese momento deseaba leerle la mente, para saber porque estaba tan feliz.

Guardian angel|K.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora