5 - E

9.6K 1.2K 1K
                                    

Comí mi emparedado con desgane mientras veía hacia la mesa de Jeongguk. Él y Taehyung bromeaban sobre algo, riendo divertidos, dándose uno que otro golpe en los hombros, tal y como lo harían los "Bros" en las películas de adolescentes.

— ¿De qué crees que estarán hablando? — Hoseok los miró con atención.

"No lo sé, tú eres el que lee labios" Respondí dándole otro mordisco a mi sándwich de pollo con lechuga.

— Lo haría, pero además de que soy miope, ellos hablan como monos. Es imposible lograr leer sus labios sin pensar en cosas ilógicas. — Lo miré confundido. — Ahora creo que están hablando sobre ¿Botas? No, no creo que sea eso... ¿Bobas? ¿Boinas? — Entrecerró sus ojos mirándolos con nada de precaución. — ¡Ah! Están hablando sobre sus bromas. — Rio — Taehyung dice que él es muy chistoso, y que Jeongguk vale caca.

"Pensé que hablaban de algo relevante" una sonrisa divertida, pero pequeña apareció en mis labios. De esas que son de una línea.

— Nah, el cerebro que tienen es del tamaño de un maní, apenas les da para jugar Fornite. — Dijo volviendo su vista hasta a mí. — Aunque hay que admitir, tontos o no, son guapos igual. No me molestaría hacer un trío. — Hice una exclamación en silencio, pero con la expresión más escandalosa que alguien ha visto jamás.

¡Hoseok había dicho la palabra con T!

— No me mires a mí ¡Dios! Qué ya no vivimos en el siglo XIX. Podemos hablar con libertad sobre la sexualidad, es más...— Se levantó de su asiento llamando la atención de algunos. — ¡El libre albedrío sexual debería ser un derecho!— Si mis cejas no estuvieran pegadas a mi cabeza ahora estaría volando cerca de la cima del Everest. Abrí mi boca escandalizado para luego fijarme que todos nos miraban con caras de diversión. Me encogí en mi asiento y cubrí mi cara al sentir la vergüenza ajena de la situación.

— ¡A sí se dice, sordito! — Gritó uno en el fondo sacando una risa de todos. Hoseok, en vez de ofenderse, sonrió orgulloso, moviendo una mano como si fuera la mismísima reina Isabel primera.

— ¡Wow! Eso ha sido un espectáculo. — No supe en qué momento Jeongguk y Taehyung llegaron a nuestro lado, solo sabía que no quería estar allí para ver cómo todos conversaban sobre lo que acababa de suceder.

— Gracias, doy clases los jueves y no cobro mucho. — Hoseok le respondió a Taehyung con alegría y un leve sonrojo en su cara. Me quité las manos de mi cara y los miré con sospecha a los dos individuos.

Oh no, esto no terminaría bien.

La gente que nos miraba dejó de prestarnos atención -cosa que agradecí- para luego seguir con su almuerzo. Me permití respirar para relajarme mientras veía como el par de idiotas y su grupo de fieles tontos, se sentaba con nosotros. La vista de Jeongguk se enfocó en la mía, pero desvié mi vista inmediatamente. Me sentía demasiado incómodo como para hacer una guerra de miradas sin sentido, pues, parecíamos un paquete de salchichas; estábamos tan apretados en un mismo lugar que me costaba respirar.

A mi lado se encontraba SeulGi, quien se había burlado había estado con Jeongguk la otra vez, mientras que en el otro lado se encontraba Tae Ha, la de las fiestas colosales. Al frente de mí, se encontraba Jeongguk, quien mantenía su vista fija en como Hoseok, Taehyung y Tae-Ha discutían como si se conocieran de toda la vida.

Cabía decir que me sentía como un extra en la situación, pues era obvio, todos podían hablar como personas normales, pero yo no, así que no había posibilidad de que yo pudiera incluirme en la conversación. Además de que tampoco es como si me apareciera hablar sobre las cosas trending o de tópicos de chicos populares, tipo el nuevo disco de Maluma.

MUTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora