MUTE

18 - R

Lean la nota del final, por favor.

Al menos 700 comentarios, porque tuve que escribir esto forzandme en una cuadro depresivo.

"¿Tú nombre es YoonGi verdad? — Preguntó mirándome con una vista escalofriante. Llevaba una sonrisa sarcástica con algunas manchas de sangre en su cara—Entonces YoonGi, quiero que me escuches. No quiero gritos, o una sola palabra, porque nadie te escuchará así que quédate quieto como el buen chico que eres. Después de todo no tienes la culpa que lleva tu padre.— Su aliento chocó contra mi cara y una expresión perversa se coló en su rostro provocando que mi sangre se congelara en un instante. —Si gritas nadie te escuchara, si dices una palabra de esto nadie te creerá. — Puso su palma en mi boca apretándola una vez que escuchó como alguien se acercaba a nosotros.

Las lágrimas comenzaban a correr por mis mejillas mientras que mis gritos ahogados eran callados por las ásperas manos.

— Te he dicho que te calles de una puta vez. — Susurró con violencia — ¡Nadie te escuchará! Ni siquiera tu muerto padre.

Abrí mis ojos de golpe con una respiración agitada. Mi corazón latió como si hubiese corrido una maratón de unos cuantos kilómetros y mi pulso se aceleraba cada vez más.

Entonces una tempestad me abrumó la mente, la falta de aire en mis pulmones nubló mi vista y todo mi alrededor cambió, deformándose en un pequeño infierno. Las asfixiantes emociones eran demasiado grandes para mi cuerpo como para contenerlas y las lagrimas no paraban de salir mientras que las uñas de mis manos se enterraban con brutalidad en mis brazos. Oculté mi cabeza entre las piernas con la sensación de que todo se caía de repente, como si estuviera en la cima de un edificio, caminando por la cuerda floja.

La absoluta oscuridad era espelúznate, alejándome de todo tipo de realidad, persiguiéndome como si estuviera borrando mi existencia de a poco en poco. La oscuridad se me acerca con pasos lentos, haciéndome temblar, me toma del cabello y me golpea.

"¡Papá!"

Un golpe.

¡Papá por qué no me escuchas!

El segundo.

¡Papá, despierta, dijiste que me llevarías a ese lindo lugar de las flores para mi cumpleaños!

El tercero y el más doloroso, me golpeó, y mi cuerpo tembló en signo de debilidad. El tiempo se detenía con lentitud y el ardor de mis brazos era cada vez notorio. El sonido de un llanto que  no paraba me provocó un eco en mi interior y los signos de que poco a poco mi sistema se apaga comenzaban a aparecer, danzando con fervor junto a aquella oscuridad que me rodeaba, cegándome.

— Todo estará bien, YoonGi, estoy aquí para ti...— El susurro lejano de una voz se asomó como una pequeña partícula  de luz — Mírame...— Traté de levantar mi vista pero estaba cegado...— Todo estará bien YoonGi, respira conmigo, tú puedes hacerlo...toma una bocanada de aire...— El tacto cálido de una mano tocó mi pecho. — Muy bien...estoy aquí para ti, así que necesito que puedas mirarme, no me iré a ningún lado...— Susurró con calma, provocando que aquella partícula de luz se extendiera aclarando de a segundos el lugar. Las paredes deformadas comenzaban a tomar forma y mi vista comenzó a aclararse. — Bien hecho, lo estas haciendo bien, respira de nuevo conmigo. — Y entre todo que lo rodeaba, un par de ojos tan fuertes como los de un animal salvaje lo miraban, pero con la singular particularidad de que estos eran familiares.. — Vuelve conmigo, amor. — Cuando mi mente se aclaró, los grandes ojos de Jeongguk aparecieron frente a mi, con una preocupación absoluta en ellos. — Eso es, YoonGi, volviste a mí — Sonrió y me abrazó con fuerza. Oculté mi cara en su cuello, inhalando el suave olor a lavanda de su shampoo.