weird things ♡MYG+KTH♡

Parte 14

TaeHyung y YoonGi se quedaron abrazados por lo que parecieron horas en esa terraza. Ambos llorando, completamente emocionados y conmovidos por su tan ansiado reencuentro.

Habían sido sólo unas semanas para TaeHyung, pero habían sido las semanas más desesperantes de su vida. Y de sólo pensar que YoonGi tuvo que esperarlo por años hacía que se le estrujara el corazón. 

-Lo siento, en verdad, lamento mucho que hayas tenido que esperar tanto

Lo apretó más fuerte entre tus brazos mientras esperaba a que el mayor se calmara. YoonGi sorbió su nariz un par de veces y siguió llorando en silencio. 

De pronto el peliazúl sintió que las manos contrarias fueron a dar a su nuca, comenzando a retorcer los dedos entre los cabellos suaves de esa zona, ejerciendo caricias. Una sensación entrañable inundó su corazón y ahora sus ojos se estaban llenando de lágrimas nuevamente.

Era exactamente como pensó que sería. YoonGi seguía siendo el mismo niño que conoció en el pasado. Y lo llenaba de dicha saber que aún tenía la bendición de su cariño.

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YoonGi se encontraba tímido con las manos tensas alrededor de la taza de chocolatada caliente que TaeHyung le ofreció.

Luego de que se sinceraran en la azotea del colegio, el peliazúl lo invitó a su casa para que hablaran con más calma -y sin los chismosos de sus amigos espiandolos desde la reja de la escalera de emergencia-.

YoonGi no sabía por dónde empezar, había pasado mucho tiempo y muchas cosas ocurrieron en medio también. TaeHyung lo ayudó a hacer memoria recordandole lo que vivió hace unas semanas, lo cual tenía fresco y vívido dentro de su mente aún. 

-¿Sabes? Cuando dijiste que si seguía corriendo terminaría abriendo un portal espacio-temporal creí que estabas jugando pero-

YoonGi soltó una pequeña risa que duró a lo sumo medio segundo y TaeHyung quiso llorar al pensar que algo tan simple y efímero como eso pudo darle una descarga de alegría tan grande a su corazón.

YoonGi notó que el peliazúl se lo quedó viendo muy fijamente y carraspeó su garganta agachando la mirada.

-No lo dije sabiendo que pasaría, sólo fué una forma de decir.

TaeHyung rió. -¿No pensaste que esa era la razón por la que te zamarreé cuando nos conocimos?

YoonGi rió -de nuevo- con esa tonalidad grave, profunda pero silenciosa que tanto lo caracterizaba, y TaeHyung tuvo que morder sus labios para no soltar un chillido de emoción por eso.

-No recuerdo que hayas sido malo conmigo en ese entonces. -Lo miró y sonrió levemente. Sus ojos estaban brillando y TaeHyung comenzó a preguntarse por qué no estaba aprovechando para sacarle fotos en ese preciso momento. YoonGi era mucho más apretable y bonito de lo que alguna vez tuvo la inteligencia de apreciar.

-Te solía decir mocoso. -TaeHyung se mordió las uñas apenado y rió nervioso.

YoonGi sólo le dió un sorbo a su chocolatada sin saber qué contestar exactamente a eso, nunca se le hubiera ocurrido que terminaría siendo el Hyung de su chico de cabello azúl. 

TaeHyung se puso serio y decidió que era hora de hablar de lo importante. Le preguntó qué ocurrió cuando se fué. Inspiró profundamente tratando de no quebrarse mientras YoonGi le contaba cómo trató de buscarlo por toda la plaza hasta que anocheció y, al regresar a su casa, los de servicios infantiles no perdieron tiempo en llevarselo. El primer tiempo fué duro acostumbrarse a compartir sus pertenencias con los demás, y al ser hijo único fué blanco de muchos niños allí dentro que lo tildaron de niño mimado y lo atormentaron hasta el cansancio. Pero eso no era lo peor.