3 meses después
Mañanas frías. Ambiente húmedo. Lluvias torrenciales. Un par de tormentas eléctricas. Todo eso solo puede significar una cosa en Oregón, navidad se acerca.
No vemos nieve donde vivo, lo cual agradezco ya que de no ser así posiblemente ya estaría muerto de hipotermia. Los edificios están helados, el ambiente tiene un tono grisáceo que debo admitir me gusta.
La clase está más aburrida de lo normal, todos empiezan a sentir las vacaciones de invierno a la vuelta de la esquina, aunque falten tres semanas para ellas.
Estoy al final de la clase, se me dificulta más el prestar atención, pero ayuda a disimular mi presencia. Sé que ha pasado ya casi todo el semestre, pero aún me persiguen los eventos de la carrera.
Para los que se lo preguntan, sí, nuestros semestres no son de seis meses como en la mayor parte del mundo, acá se estudia el primero de septiembre a diciembre y el segundo de enero a mayo. Toda una gloria.
Volviendo al tema, después de caer en la popó de caballo, la ira me invadió e Isaac y Lianna se aseguraron de sacarme de ahí antes de que hiciera algo que pudiera empeorar las cosas. No recibí ninguna lesión grave o golpe importante, pero la peor parte no fue física.
En cuanto me fui del lugar, Alex y sus brutos publicaron el video en cada una de sus redes, logrando viralizarlo rápidamente. Debo admitir que me alegra no haberme hecho viral gracias a TikTok o algo por el estilo, porque eso sí me daría pena. Pero, a pesar de todo, el video destruyó la vida social que ni tenía.
Todos en la universidad empezaron a hablar del tema, pero eso solo fue la punta del iceberg. Un par de días después mi auto apareció cubierto de excremento de caballo, no sé quién lo hizo o si tuvo que ver con Alex, pero las fotografías que fueron publicadas de la broma llegaron hasta él.
El gran bruto amó lo que había sucedido, y lo compartió en sus perfiles halagando a quien hizo tal "hazaña". Normalmente uno creería que un comentario más no tendría efecto alguno, pero lo normal no aplica cuando se trata de Alex Hart. En cuanto las personas vieron que Alex amaba la tortura hacia mi persona empezaron a hacerme de todo con el único objetivo de buscar la aprobación del tipo. Pobres almas huecas.
Eso, el challenge de ver quien lograba impresionar más a Alex, mantuvo vivo mi momento de tortura hasta el día de hoy. Trataban de hacer de todo tipo de cosas asquerosas que no pienso mencionar, esto alejó a varias personas de mí pues indirectamente los convertía en un blanco fácil.
Toda mi vida social quedó resumida a los mismos de siempre, Isaac, Lianna, Meredith, Michael e incluso Tristán. Nadie más. Su cercanía fue muy importante para mí, y el que no me abandonaran significo mucho, así que ahora los considero mis amigos como tal.
Estos últimos días las bromas se han reducido a casi ninguna, pero aun parezco aberrante para las personas. Por eso ahora me siento al fondo en cada curso, para poder ser invisible.
Sin embargo, no me iba a quedar solo como todo un idiota, por lo que obligué a Lianna e Isaac a sentarse junto a mí. La idea le pareció increíble al chico, la chica se resistió al inicio, pero se acostumbró después de un tiempo.
Observo al catedrático explicar un tema que olvidé por completo, ni siquiera tengo idea de cuál era el título. Toda la clase está en silencio, prestando atención o dejando sus mentes volar. Yo tengo ambos ejemplos cerca, uno a cada lado.
Lianna escribe a una velocidad impresionante cada palabra que dice el profesor, produciendo un sonido satisfactorio al rozar la punta de su lápiz con el papel. Por otra parte, Isaac está viendo como idiota a una chica pelirroja unos lugares delante de él, no se esfuerza en siquiera disimular que no solo le ve el rostro.
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Anárquico
Teen FictionCedric Moore no tenía ni la más mínima idea de como lo que creíamos saber sobres nuestras vidas podría venirse abajo en poco tiempo, hasta que lo vivió en carne y hueso. Él tenía todo lo que cualquiera hubiera querido jamás: calificaciones perfectas...