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Capítulo 6

Día 23

- ¿Cuántos días tenemos sobre el barco antes de la siguiente parada? - preguntó Andrei mientras descansaba sobre el pecho de Hernán calmando su respiración.

Desde que lo habían hecho por primera vez hace dos días no habían podido detenerse. Andrei había montado a Hernán como se lo había pedido y además de haberse sentido tan bien físicamente como cuando había dejado al moreno tomar el control, se había sentido poderoso y sensual, se había sentido especial por la forma en la que Hernán lo miraba y le hablaba, y por las cosas que le decía.

"Eres hermoso Andrei... eres tan hermoso y te sientes tan bien... te sientes mejor que nada..."

Sabía que no debía comparar porque no era correcto, pero nunca se había sentido así, nunca se había sentido tan deseado como ese día, ni cuando recién comenzaba su relación con Alonso que era el único hombre con el que había estado en su vida este lo había mirado como Hernán lo había hecho. Tener sexo con su ex-novio había sido un paso más dentro de su relación que Andrei realmente quería dar, recordaba haber estado nervioso y que Alonso había sido gentil, se había sentido bien y feliz, y que con el paso del tiempo se había vuelto más osado, dejando que el mayor tomara el control en la cama y aprendiendo cosas nuevas para complacerlo, y siempre lo disfrutaba, pero Alonso no era demasiado verbal, era de los que iban al acto y aunque Andrei lo sabía a pesar de eso siempre le decía como se sentía, por eso cuando pasó la etapa del enamoramiento y luna de miel, comenzó a resentir que nunca le respondiera, ni cuando le decía que lo amaba.

Con Hernán claramente no se habían dicho que se amaban, porque no lo hacían, no estaban en una relación romántica, eran sólo dos amigos compartiendo una aventura irrepetible que se acostaban; y podía ser ególatra para algunos esperar que les dijeran cosas como las que Hernán le había dicho, pero en una situación tan íntima para él era importante saber que al menos a la persona con la que estaba realmente le gustaba, no como le había sucedido en muchas ocasiones con Alonso, que a pesar de ser su novio, le parecía que lo buscaba para saciar sus ganas o persuadirlo para hacerlo hacer algo en específico.

Hernán tenía una vida sexual bastante activa pero inestable, hace años que no tenía una relación formal o lograba pasar de la etapa de "conocerse", no podía quejarse porque generalmente tenía buen sexo, pero Andrei lo había hecho sentir fuera de su cuerpo, probablemente porque el lazo que había creado con él era diferente al que tuvo con sus antiguos compañeros y porque conocía algo de su historia. No conocía demasiados detalles pero estaba claro que su ex-novio nunca lo había valorado como pareja, y la forma en que su rostro se había iluminado cuando le había dicho que era hermoso mientras se entregaba al placer sólo se lo confirmaba.

Andrei lo hacía querer protegerlo y hacerlo sentir feliz de todas las maneras que pudiese, era joven, pero era maduro y había tomado un riesgo tremendo con ese viaje sólo para poder descubrirse y darle sentido a su vida, tal como lo había hecho él y por eso lo admiraba, porque no creía que él a su edad hubiese sido capaz de hacerlo, es más, a su edad había cometido el error de abandonar sus sueños por buscar una rápida estabilidad.

El sexo entre ellos se sentía bien porque ambos lo querían y se estaban entregando a él sin ninguna carga, sin pasado, sin futuro, sólo viviendo el momento y disfrutando cada aspecto de su conexión porque entre ellos existía una confianza y no habían estereotipos que cumplir. Cuando estaban juntos se sentían realmente desnudos y libres de ser como quisieran, porque sabían que el otro se comportaría de la misma manera.

- 20 días.

- ¿20? ¿tanto? - Hernán asintió - ¿qué haremos tantos días en el barco sin poder ir a ningún lado?